El Chapo: Mito y desafío

AutorOctavio Ortega

Hace 22 años, el 25 de mayo de 1993, la Procuraduría General de la República (PGR) ofreció una recompensa de 15 millones de nuevos pesos (equivalentes a 5 millones de dólares) por los implicados en la muerte del cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo. En la lista figuraban Joaquín Guzmán Loera, alias El Chapo Guzmán; Héctor Luis Palma Salazar, El Güero Palma, socio y compadre de El Chapo; los hermanos Arellano Félix, Benjamín, Ramón y Javier; y el hijo del último de ellos, también de nombre Javier y apodado El Tigrillo.

Un día antes, a las 15:45 horas, los hermanos Arellano Félix se habían enfrentado en un tiroteo con El Chapo en el Aeropuerto Internacional Miguel Hidalgo de Guadalajara, ésa fue la versión oficial.

Ese tiroteo dejó como saldo siete personas muertas, incluyendo al cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo. El entonces procurador, Jorge Carpizo, declaró que el cardenal fue asesinado al ser confundido con Joaquín Guzmán Loera por el vehículo en el que viajaba, un Ford Grand Marquis blanco con vidrios semipolarizados.

Desde entonces, gracias al error o confusión de los sicarios de los Arellano Félix, quienes dirigieron más de medio centenar de balas de cuerno de chivo al cuerpo del prelado y acertaron en 14 ocasiones, la evasión de El Chapo se convirtió en referencia entre los narcotraficantes más importantes del país.

Joaquín Guzmán estuvo relacionado con el trasiego de droga desde la infancia, cuando era un niño acompañaba a su padre a hacer entregas de mariguana. Inició su carrera en el crimen organizado en 1980, cuando se incorporó a la estructura formada por Miguel Ángel Félix Gallardo, jefe del cártel de Guadalajara, organización dedicada al tráfico de cocaína. El 8 de abril de 1989, Félix Gallardo fue detenido por autoridades de México y Estados Unidos por el secuestro y asesinato del agente de la DEA Enrique Camarena Salazar. La captura de Félix Gallardo provocó la división del cártel; por un lado, los hermanos Arellano Félix y, del otro, Joaquín El Chapo Guzmán.

Originario de Badiraguato, El Chapo se asentó en su estado natal y formó el cártel de Sinaloa; en contraparte, los hermanos Arellano Félix se ubicaron en Baja California y conformaron el cártel de Tijuana. Desde entonces, buscaron aniquilarse mutuamente, pero la muerte del cardenal puso a ambos bandos en la mira de las autoridades.

El 9 de junio de 1993, semanas después del asesinato del cardenal Posadas Ocampo, El Chapo fue detenido en Guatemala. Tenía apenas 36 años y fue entregado al gobierno mexicano sin mayores protocolos de seguridad. Fue trasladado a México y presentado a los medios al día siguiente por el gobierno de Carlos Salinas de Gortari.

La imagen de El Chapo en el interior de Almoloya, parado sobre unas tarimas de madera, vestido con chamarra, pantalón y gorra beiges, hablando a los medios mientras es retratado bajo una ligera llovizna, fue la que dio rostro al personaje e ilustró las coberturas que los medios le dedicarían al capo del narcotráfico a partir de ese momento.

Primero lo encarcelaron en el Centro Federal de Readaptación Social Número 1, en Almoloya, Estado de México, y después, el 22 de noviembre de 1995, fue trasladado al penal de máxima seguridad de Puente Grande, Jalisco.

El 19 de enero de 2001, mes y medio después de que Vicente Fox...

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