El chavismo, a juicio

AutorHernán F. Gómez Bruera

Hernán F. Gómez Bruera

Doctor por el Institute of Development Studies.

Nicolás Maduro llega a las elecciones de hoy en Venezuela pidiendo lealtad al proyecto del ex presidente Hugo Chávez. El candidato de la oposición, Henrique Capriles, ofrece un cambio.

Pocos gobernantes contemporáneos han sido objeto de juicios tan sesgados como Hugo Chávez, demonizado por unos y endiosado por otros. Un examen de datos duros puede demostrar que el gobierno del comandante no fue ni todo lo que presumen sus seguidores ni todo lo que cuentan sus principales detractores.

De cara a las urnas, estos son algunos de los claroscuros del gobierno que hoy será juzgado por los casi 19 millones de venezolanos convocados a las elecciones:

Democracia y representación

El gran impacto del chavismo fue haber asestado el golpe final a un sistema político anquilosado que había dejado de representar a los ciudadanos y era incapaz de incluir a los sectores populares. En 1999, con su llegada al poder, se produjo un recambio en la élite política venezolana, al llegar a la cúspide del poder cuadros procedentes de los estratos sociales más bajos. En la figura de Chávez -un militar de origen humilde- se sintieron simbólicamente representados la gran mayoría de los sectores excluidos.

El grado de apoyo a la democracia en Venezuela creció considerablemente en los siguientes años. En la encuesta Latinobarómetro de 2010, el país tenía el nivel más alto de apoyo en América Latina: 84 por ciento de los ciudadanos. La cifra es sorprendente cuando se compara con el bajo grado de apoyo a la democracia en México (49 por ciento) y otros países de América Latina. En 2010, 77 por ciento de los encuestados en Venezuela pensaban que la democracia era preferible a un gobierno autoritario, más que en Chile (61), Brasil (45) o México (40 por ciento).

Pueden ofrecerse diversas interpretaciones de estos datos. Una de ellas es que cierta idea de la democracia se fortaleció en Venezuela durante estos años, asociada posiblemente a la capacidad del régimen de distribuir bienes públicos. En 2010, 39 por ciento de los venezolanos encuestados también consideraba que en su país se gobernaba "para el bien de todo el pueblo". Se trataba del tercer país más alto en la región, por encima de otros como Brasil (27), Chile (22) y México (17 por ciento).

La crítica que pesó siempre sobre Chávez fue la de atentar contra las instituciones democráticas y la separación de poderes. Ciertamente, Chávez mostró un...

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