Chile: Donde nacen los poetas
| Autor | Marcela Fuentealba |
El lugar común dice que Chile es país de poetas, y es tan cierto como que hoy son los poetas quienes siguen cuestionando la lengua y criticando profundamente una sociedad desigual y herida. Varios estarán en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, que comienza el sábado, pero hay mucho más por saber que un puñado de nombres.
El cuento, mitificado y cierto, es que un día Nicanor Parra se fue por ahí de paseo, con sus noventa y tantos años, manejando él mismo su vocho por la hermosa y fría costa central (que los promotores turísticos ya bautizaron como "el litoral de los poetas", por la vecindad de los balnearios de Isla Negra, donde vivió Pablo Neruda; Las Cruces, donde vive Parra, y Cartagena, donde está enterrado Vicente Huidobro). Al anochecer, unos jóvenes pretendieron asaltarlo, pero se percataron de que era el antipoeta: en vez de eso, lo escoltaron hasta su casa, desde entonces marcada por los delincuentes para que ninguno ose entrar a robarla.
La anécdota prueba el prestigio social, y desde ahí la importancia cultural, que la poesía mantiene en Chile a pesar de los enormes cambios experimentados en las últimas décadas. Si en los años 70 Neruda era héroe nacional y sus versos se recitaban en las plazas, aunque hoy la poesía no se vocee se resiste a convertirse en un culto elitista, autorreferente o de museo. Mantiene tanto la diversidad como la potencia para expresar lo más duro, terrible y cierto que hay que decir. Como siempre, sigue habiendo varios poetas relevantes en cada generación; cada año, sin falta, aparecen libros de poesía de primer orden, sorprendentes y diversos.
En Chile, la poesía puede ser un suceso editorial, Claudio Bertoni, por ejemplo, con sus diarios, a quien los jóvenes leen como a un gurú, ofrece poesía con desparpajo zen, o estar a la absoluta vanguardia para hablar históricamente de una vida y una sociedad descompuesta, como acaba de hacer Raúl Zurita con su libro Zurita, de 750 páginas, la obra definitiva, telúrica y corrosiva de un poeta mayor, hermano directo de los grandes padres de la poesía actual: Enrique Lihn, Rodrigo Lira, Juan Luis Martínez; también Eduardo Anguita, Gonzalo Rojas y Jorge Tellier. Como en tiempos de Gabriela Mistral, la poesía también resulta uno de los mejores productos de fama y exportación del país. Así ocurrió, por ejemplo, con el Premio Cervantes que recibió Parra a comienzos de año, o que más bien mandó a recibir a un grupo de familiares y amigos, incluida su nueva fan...
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