Chinos y chelas en Mexicali
| Autor | Paola Norman |
Hablar de la gastronomía de Baja California hace pensar inmediatamente en Tijuana, Ensenada o El Valle de Guadalupe, pero la capital de este extenso estado está llena de sorpresas para el paladar. Aquí algunas recomendaciones para comer y beber en esta singular ciudad:
FAUNA Y AMANTE
La tradición cervecera mexicalense es bien sabida, ello puede atribuirse a las altas temperaturas del Valle, que invitan a disfrutar de esta refrescante bebida en cualquier momento del día.
Las chelas cachanillas gozaron de gran auge en la época de la prohibición en Estados Unidos, lo que convirtió a su industria en una de las principales impulsoras del desarrollo económico del estado.
Hoy Mexicali reaparece como una gran productora de etiquetas artesanales. Las siete medallas (dos oros y dos bronces para Fauna; un oro para Rival, otro para Legión y una plata para Amante), obtenidas en Cerveza México 2017, dan cuenta de ello.
Es por eso que debes visitar sus tasting rooms. Seguro encontrarás un estilo para deleitarte y paliar el calor.
- Fauna: Calle D 126, Segunda, (686) 562-6719 Amante Brew : José Ma. Larroque 1700, Nueva, (686) 554-4060
ANTES DE COMER
Recorre La Chinesca, el barrio donde la comunidad china se asentó al llegar a Mexicali. Los inmigrantes asiáticos construyeron una enigmática ciudad subterránea y vivieron ahí desde principios del siglo 20 hasta los 70, cuando las inundaciones los obligaron a salir. Algunos de sus túneles (cerca de la intersección de Madero y Melga) han sido rescatados y abiertos al público para recorridos guiados.
- *Es epicurista, amante de las buenas mesas y las sobremesas, viajera incansable, publirrelacionista y cronista gastronómica.
EL ACUEDUCTO
Conocido y reconocido en todo el mundo, el clamato fue creado en el bar del Hotel Lucerna, en los 60. Se cuenta que, sufriendo los estragos de la noche anterior, un cliente pidió un jugo de tomate bien frío, le agregó caldo del abulón que comía, salsa Tabasco y otros ingredientes que encontró en la barra. Su remedio se popularizó como una bomba cura crudas.
Tiempo después, el abulón aumentó drásticamente de precio y la almeja tomó su lugar; así surgió la receta que hoy conocemos. Al no ser patentada por El Acueducto, fue registrada como Clamato ("clam" de almeja y mato por "tomato") por una empresa que la llevó a la fama.
Visita este sitio y platica con Ricardo Rosales -su bartender hace más de 20 años- mientras te refrescas con un clamato preparado en la barra que lo vio nacer.
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