Cine y Algo Más/ Evidencia Alaska a Pacino y a Williams

AutorRicardo Pohlenz

Esa mancuerna que hemos visto los últimos años entre Stephen Soderberg como realizador y George Clooney como estrella resultó tan eficaz que los hemos visto a últimas fechas como productores ejecutivos de la nueva película del inglés Christopher Nolan, Imsomnia. Trabajo armado de manera mucho más tradicional después de que el año pasado viniera a darnos una sorprendente lección de mecánica narrativa y montaje con Amnesia.

Algunos críticos -con cierto tono que recuerda a los comentaristas deportivos- han visto en la exploración de un rigor narrativo lineal (aderezado, si se quiere), con un leitmotif que hace abstracción del hecho -la manipulación hecha a una evidencia- que sirve de antecedente a toda la acción.

No se trata tanto de una nueva versión del thriller psicológico del mismo nombre dirigido por noruego Erik Skjoldbjaerg, que escribió junto con Nikolai Frobenius. Más allá de las semejanzas (una de ellas, la secuencia en la que el asesino escapa en la niebla de una trampa puesta en una cabaña, donde el detective Will Dormer -personaje encarnado por Pacino- mata accidentalmente a su compañero) y diferencias (el personaje de Stellen Skarsgard en la versión noruega se vuelve cada vez más etéreo con la falta de sueño mientras que el personaje de Pacino lo carga a cuestas como un peso físico), la guionista Hillary Seitz trabajó junto con Skjoldbjaerg y Frobenius en un guión que se extiende en las relaciones que surgen de los actos y sus consecuencias.

Por ejemplo, Walter Finch -el personaje que encarna Robin Williams- un escritor de novelas policiacas que después de asesinar a una muchacha, la limpia meticulosamente para quitarle todo indicio o evidencia, como único testigo del asesinato accidental de Dormer, se convierte en su cómplice y contraparte (cosa que no sucede con el asesino en la versión noruega) en un juego de espejos morales que trastorna la dimensión de los hechos.

Frente a Dormer, quien se sabe culpable más allá de lo infortunado de la...

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