Sobre Cine.../ De Ida y Vuelta: Una tragedia tras otra

AutorEduaardo Alvarado

Se ha registrado una avalancha de cine mexicano en la cartelera nacional. En las últimas dos o tres semanas hemos visto el estreno sucesivo de Guerrero, Angeluz, Inspiración, De la Calle y El Espinazo del Diablo (cinta española, cierto, pero dirigida por un mexicano), cosa que en los hechos constituye la disputa filial por las migajas sobrantes del periodo veraniego.

En estas miserables condiciones se agrega al campo de batalla el debut del joven Salvador Aguirre con su cinta De Ida y Vuelta, proyecto ganador en el concurso de óperas primas del Centro de Capacitación Cinematográfica, de donde es egresado, coproducido entre el mismo CCC, el Imcine, el Foprocine y los Estudios Churubusco.

Ubicada en el campo mexicano, más precisamente en la región michoacana, tierra que ofrece generosas cantidades de mano de obra para la exportación a los Estados Unidos, De Ida y Vuelta se concentra en la cadena de desencantos sufridos por un joven emigrante que regresa a su terruño con ínfulas de gladiador victorioso, escondiendo la verdad de su fracaso en territorio gringo.

Al llegar, Filiberto (Gerardo Taracena) se encuentra con que ha muerto su padre, el terrateniente de la región, al igual que su madre, la cocinera de la hacienda; además, Soledad (Tiaré Scanda), la novia que dejó, se casó con su primo Luis (Ricardo Esquerra), y su medio hermano Heriberto (Alfonso Mier y Terán), hijo "legítimo" del terrateniente, pretende agandallarse el único manantial que surte de agua a la zona. O sea, "puras buenas noticias".

Salvador Aguirre desarrolla en De Ida y Vuelta una suerte de tragedia sinfín donde todos los personajes tienen algo qué perder y lo pierden. Se trata de una parábola trágica donde el protagonista no obtiene reposo en la cadena de...

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