Circo Contemporáneo Alternativo: Toman la calle como escenario
| Autor | Bruno Bartra |
Ahuyentados de las grandes carpas y los escenarios con rígidas estructuras, los nuevos artistas circenses han tomado las calles para realizar toda suerte de trucos. Ejecutantes de malabares, rutinas con fuego, danza aérea, contacto y clowns profesionales brotan de las calles en las grandes zonas urbanas del País desde hace algunos años, y las han convertido en un territorio donde germina el circo contemporáneo alternativo, que retoma la influencia de la vanguardia europea y canadiense.
El circo callejero tiene muchas posibilidades, una gama amplísima de espacios, y la incertidumbre por enfrentar a todo tipo de público, afirma César "Ensalada" Barrios, quien desde hace más de dos años llegó a la Ciudad de México desde Guadalajara, para establecerse como clown y trabajar con diversas compañías circenses.
"Pero también tiene desventajas, la gente a veces no te da tu lugar: te esforzaste un chorro y te miran dos segundos y se van, piensan que siempre les vas a pedir lana, que lo haces por necesidad, pero no siempre es así", dice.
La calle es de los escenarios más duros, la gente es mucho más crítica, agrega Diego Monge, quien realiza contacto y malabares para la compañía de teatro Humanicorp.
"En la carpa, el público sabe a qué va o se lo imagina, pero en la calle la gente no está preparada para este espectáculo", comenta.
Pero también la calle se ha convertido en un espacio que permite romper con la rigidez de los lugares institucionales, y los cirqueros han descubierto que en ella pueden experimentar con actos innovadores.
"Hemos llegado a la calle al cerrarse los espacios y sólo permitir a la gente con más contactos y currículum; en la necesidad para expresarnos, de pronto la calle se volvió un recurso, empezamos a ir a plazas en provincia, en zonas aledañas al DF, y hubo una respuesta sorprendente, nos dimos cuenta de que era un mercado completamente virgen, sólo hay payasitos que dan globos, y en esa medida empezamos a tratar de llevar un espectáculo de mayor calidad", comenta Hiram Soto, director de La Bulla, compañía enfocada al trabajo de clown contemporáneo.
Y es que la calle es el espacio de entrenamiento más adecuado para el desarrollo de esta técnica, que tiene sus principios en ella, agrega Aziz Gual, uno de los pioneros del clown en México y quien dirige la compañía Cumbre Clown.
"Es el momento en que se genera la comedia del arte y surgen dos corrientes: la pantomima y el clown, pero éste forzosamente requiere de un espacio abierto, parte de un trabajo circular, creando contrastes en cuatro puntos concretos de atención", añade.
En otros experimentos callejeros, durante 2004 se formó el ciclo de Laboratorios Urbanos en el cual, cada tres meses, diversos cirqueros salían a las calles para realizar actos de ruptura con la rutina urbana.
"Queríamos experimentar y ponernos algún objetivo", recuerda Barrios, "estudiar las reacciones de la gente: hasta dónde podía llegar la permisividad, socialmente hasta dónde puedes llegar si eres un loco, un enfermo o un clown, que es distinto a los límites permitidos para una persona normal".
En una de sus presentaciones, el Periformance, los integrantes de Laboratorios Urbanos decidieron entrar al Periférico un viernes de quincena en hora pico, hasta que la policía los sacó.
"Todos éramos clowns, cada uno representando algo que...
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