Ciudad sin agua

AutorAndro Aguilar

"Ratero: si te agarramos, no te vamos a remitir a las autoridades, te vamos a linchar". La manta en la que se lee esta leyenda, colgada al lado de un módulo de vigilancia abandonado en la colonia Santo Domingo, recuerda que desde hace años ahí no hay Policía. Pero el beneficio que quedó es una toma de agua potable que abastece a decenas de familias.

Debajo de la estructura que debió albergar un pequeño cuartel policiaco, los vecinos hacen fila con cubetas, botellones y tambos. Algunos usan diablos o carritos de supermercado para trasladar el agua hasta sus casas.

Un vecino propuso proteger la llave de 3/4 de pulgada con una rejilla, "para que no se haga mal uso de ella". También pidió a los usuarios que cooperen con conectores para multiplicar la toma.

"Antes, fallaba como 15 días, 20 máximo, pero ahora es mes y medio al año. No cae ni gota. Antes caía un hilito, pero no fallaba", dice María Leticia, ama de casa que vive a una cuadra del módulo.

"Somos cinco familias", dice la señora, "y tampoco hay agua en la escuela".

La mujer se refiere a la Secundaria 88, que tiene que suspender clases los días en los que no hay agua.

"Nos vamos a bañar a la casa de sus tíos, que viven a cuatro cuadras", explica otra mujer señalando a su esposo.

La colonia Santo Domingo está ubicada en la zona de Los Pedregales, en Coyoacán y, paradójicamente, en el subsuelo de la zona abunda el agua.

Los integrantes de la Asamblea General de los Pueblos, Barrios, Colonias y Pedregales de Coyoacán recuerdan que cuando se fundó la colonia los habitantes acarreaban el líquido hasta sus viviendas, pero por falta de tuberías.

Hoy, temen que eso vuelva a ocurrir, por la construcción de desarrollos inmobiliarios en la zona que generan desabasto.

El ejemplo emblemático está ubicado a 8 minutos de distancia de la toma de agua. En una superficie de 8 mil 735 metros cuadrados, la inmobiliaria Quiero Casa construye 377 departamentos y 683 lugares de estacionamiento.

La oposición de los vecinos a la obra creció cuando la constructora perforó un manto acuífero y bombeó el agua hacia el drenaje. Los vecinos calculan, con base en las dimensiones de la obra, que fueron mil 900 millones de litros. Por ello, instalaron un plantón el 29 de abril de 2016 para impedir que la obra continuara.

Especialistas del Instituto de Geología de la UNAM determinaron que el agua vertida en la alcantarilla pertenece a un acuífero somero que es captado por las plantas de Loreto, Peña Pobre y Xotepingo, y...

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