Ciudad bloqueda: Historias del Caos

AutorArturo Páramo, Blanca Estela Botello, Luz Romano, Aníbal Santiago, Jesús Hernández, Francisco Velázquez

Reforma / Redacción

Cientos de miles de automovilistas quedaron varados en las calles o fueron desviados de sus rutas originales a causa de los plantones y cierres de vialidades que generaron los burócratas federales, que reclaman el pago de una compensación sexenal de unos 3 mil pesos.

La lentitud que de por sí caracteriza al tránsito en la ciudad de México - un máximo de 17 kilómetros por hora en promedio para vehículos que transitan por la superficie- se agudizó ayer como en pocas ocasiones.

Los 46 minutos que en promedio tarda una persona en realizar el viaje desde su casa hasta su centro de actividad (trabajo, escuela, etc) ayer se dilataron ante la impotencia de los automovilistas y también de quienes viajaban en el transporte público.

Hubo desde personas que hicieron más de una hora adicional en su traslado acostumbrado, hasta quienes optaron por dejar sus autos y viajar en Metro, los que desesperados saltaban camellones y entraban en sentido contrarios por las calles, y los autos varados que no soportaron el desgaste al que fueron sometidos.

Ayer, los vehículos en las calles eran una marea viscosa, coagulada, que avanzaba lentamente, envuelta en humo, acentuando el calor del día y la frustración de los capitalinos.

Conductores de vehículos y peatones entrevistados a raíz de las dificultades que tuvieron para desarrollar su vida cotidiana a causa de los bloqueos mostraron que lo mismo se puede caer en la histeria, que sentirse invadido por la impotencia, o de plano llegar a la resignación ante la masa inmóvil de autos.

Resignación

Dejar el auto, meterse al Metro puede ser una opción cuando el tránsito en las calles es insoportable. Para quienes optan por ello, soportar el calor, la aglomeración y el contacto con la gente es preferible por un día a quedarse parado en la superficie.

Fernando Sáenz, dueño de un negocio de abarrotes en el Centro Histórico, comentó que desde el lunes cuando intentó salir de su trabajo hacia su domicilio en Avenida Insurgentes Sur, se quedó atrapado en medio de los bloqueos de los burócratas.

Decidió dejar su auto en un estacionamiento, caminar y llegar en metro a su casa, probablemente hoy, dos días después, decida sacarlo de la pensión y llevarlo a su hogar.

"Me percaté que no podría avanzar y mejor lo dejé, espero que mañana terminen los bloqueos y pueda sacarlo", agregó el automovilista resignado.

Al escuchar los reportes de tránsito, Carlos Quiñones, abogado, decidió dejar su coche en casa para evitar llegar tarde, se fue en Metro y en microbús, pero no cumplió su cometido. Salió de su casa en automóvil y llegó una hora tarde a su primer cita ya que había una manifestación en Tlalpan.

Jorge Schiaffino, líder del PRI capitalino llegó a su oficina en Metro, y comentó que ya conocía de los problemas viales que podrían surgir a raíz de las múltiples manifestaciones que atravesarían el Centro de la Ciudad y por ello decidió utilizar el Transporte Colectivo.

Ramón, trabajador del estacionamiento que se encuentra sobre Paseo de la Reforma casi esquina con Lieja, aseguró ayer...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR