Ciudad de la Nostalgia / A Iztacalco... en barco
| Autor | Alberto Barranco Chavarría |
De las tres corridas, siempre fue mejor la segunda: la cosa era llegar a las 10 en punto a la antigua garita de La Viga, a espaldas de las calles de la Quemada, el convento de la Merced y el callejón de Santa Ifigenia, y ordenar de inmediato a los lacayos de librea bajar de la carretela, carruaje, caleza o quitrina, las canastas con el pastel de codorniz, salchichones, alcachofas a la portuguesa; pavos trufados, pechugas marinadas, espárragos en salsa blanca, queso de gruyere, pasteles de tejocotes, cabujones de almendras y pasas, huevos reales, dulces de leche de obispo... y naturalmente algunas botellas de chato amargo Chateau-Margaux y de rojo de Burdeos...
A veces convenía también llevar alguna vihuela o violín, además de naipes, catalejos, arreos de aseo, manteles, copas, botellones de agua y abanicos de la China.
El caso era que si la procesión no era atorada por la necedad de las vendedoras de flores, la súplica del chalupero, la osadía de algún lépero o la falta de agilidad del boletero, la distinguida familia -el caballero Don..., la gentilísima dama, sus tres agraciadas hijas acompañadas cada una de ellas por su pretendiente y los padres de éste-, estaba media hora después bajo el amoroso cobijo del toldo de cubierta...
...y a esperar el último resoplido del silbato de vapor, en el preludio del largo aaaaaaámonos, ordenado por el mismísimo capitán... a cuya seña la orquesta de proa se lanzaba al ruedo con la primera de la mañana.
"El anuncio de que voy a la Viga -escribía Guillermo Prieto en sus 'Memorias de mis tiempos'-, siempre produce en mí una sensación nueva que rebosa vida y juventud, osadía y movimiento".
El vapor General Santa Anna, anunciaba el Diario oficial del 22 de octubre de 1853, está al servicio del público desde el sábado primero del mes, comenzando sus viajes desde el embarcadero que hoy sirve a las canoas, donde empieza el Paseo de La Viga, hasta el pueblo de Mexicalcingo, haciendo dos viajes en los días de trabajo, y tres en los domingos y días feriados.
En el primer caso, el moderno navío con cupo para 200 pasajeros, que medía 25 varas de largo por cuatro de ancho ("el casco es de hierro y está construido con la mayor solidez. La máquina es sumamente sencilla, con potencia de 20 caballos. El salón tiene la capacidad para 60 personas con toda comodidad"), salía a las nueve de la mañana y a las tres de la tarde...
...regresando de Mexicalcingo para México, "tocando los mismos puntos intermedios", a las 11 y...
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