Clave fundamental contra Hussein
Autor | Carolina Podestá |
REFORMA / Especial
ARBIL, Iraq.- Saddam Hussein gobierna a Iraq desde el año 1979. Ha sufrido guerras con países vecinos y superpotencias; ha sabido sacar partido del embargo que sumió a su nación en un estado de pobreza y marginalidad sin precedentes; ha aniquilado prácticamente a todos sus opositores; y, al parecer, ha logrado -a pesar de la oposición internacional y de las Naciones Unidas- desarrollar un ambicioso programa de armas bacteriológicas.
"Saddam es un hombre hecho a prueba de golpes y no será fácil quitarlo de su lugar", sentencia el Viceprimer Ministro del Kurdistán iraquí, Sami Abdul Rahman.
Sin embargo, parece ser que a Saddam Hussein le llegó el tiempo de retirarse. Aunque probablemente él no lo esté pensando, así lo están planificando los líderes de la Oposición -radicados en su mayoría en el exterior-y el Gobierno de los EU.
La rebelión puede ser interna o externa. La primera podría ser provocada por la población kurda del norte de Iraq y los chiítas del centro del país, o causada por un levantamiento de los propios militares que ahora permanecen fieles a Saddam.
Con la ilusión de que esta última posibilidad acontezca con éxito, Washington trató en varias oportunidades de contactar a ciertos generales del Ejército iraquí. Y también por esta razón, EU no desalienta a la élite sunita, a la que pertenece Hussein, pues cree que en las manos de ellos está la posibilidad de derrocar al dictador.
Otra posibilidad de cambio es a través de una invasión exterior, pero esto podría disparar dos posibilidades: que se emprendiera un ataque veloz y efectivo que apenas permitiera al régimen de Iraq mover sus fichas. O que Saddam no se dejara atrapar con facilidad y procediera a reprimir violentamente a la población iraquí con gases químicos.
Lo que opinan los de adentro, es decir los iraquíes, es que Saddam está tratando de ganar tiempo ante una futura invasión estadounidense y que apoya a las familias de los kamikazes palestinos para distraer la atención internacional.
Escenario complejo
Pero Iraq presenta un escenario muy complejo que sería conveniente delimitar. La composición étnica de Iraq abarca a un 75 por ciento de árabes, casi un 20 por ciento de kurdos, y, aproximadamente, un 5 por ciento de turcos y otros grupos.
Las divisiones también se presentan en el plano religioso porque aunque cerca del 95 por ciento de la población es musulmana, existen dos corrientes principales: los chiítas, que representan al 60 por ciento de la...
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