El Código Da Vinci, la película: Igual, pero diferente
| Autor | Edgardo Reséndiz |
El Vaticano ya tomó postura y al pedir a la feligresía que la boicotee, está haciendo por ella lo mismo que Jorge Serrano Limón y Pro-Vida con El Crimen del Padre Amaro: asegurarle el éxito.
Honestamente no lo necesita, pero nunca está de más. Como novela, El Código Da Vinci, de Dan Brown, ya vendió más de 40 millones de ejemplares en todo el mundo y sigue entre las más pedidas, sobre todo en las últimas semanas.
Si ya toda esa gente conoce la historia de principio a fin, ¿qué sorpresas le puede deparar la película que se estrenará el 17 de mayo en el Festival de Cannes y dos días después en todo el planeta?
El director Ron Howard, en las notas de producción del filme, asegura que lo que los espectadores verán en pantalla no será al pie de la letra lo que leyeron, no sólo por el trabajo de adaptación y resumen del guionista Akiva Goldman, sino por la colaboración directa de Brown, quien además es uno de los productores ejecutivos.
"(Dan) sabía que íbamos a tener que reducirlo de alguna manera, pero representó un factor realmente importante para ayudarnos a interpretar lo que él había aprendido o leído, incluyendo varias cosas que descubrió después de escribir el libro, para las cuales se encontró un lugar dentro del guión. Entonces, nuestra película de algún modo es una especie de versión actualizada y comentada de El Código Da Vinci", explica Howard.
El reto, sin embargo, fue tan grande que Goldman, entre cuyos trabajos se encuentran El Luchador y Mente Brillante, se sintió desalentado y consideró la posibilidad de no hacerlo.
"Me impresionó tremendamente el libro y no tenía ni la más mínima idea de cómo adaptarlo porque es una obra compleja, laberíntica e intrincada de ficción", confiesa Goldman. "Mi inclinación fue alejarme del proyecto. Pero luego, me senté con Ron y él tenía una idea tan clara y definida de lo que quería hacer, que me hizo cambiar de opinión y me dio la confianza para intentarlo".
El miedo principal radicaba en el hecho de que millones de lectores ya habían visualizado la novela y tenían su película en la mente.
"Para el momento en que decidimos hacerlo película, el libro había pasado de ser un enorme éxito a ser este suceso histórico", dice el director. "Al elegir llevarla a la pantalla también tienes que hacerte muchas preguntas que el libro plantea al lector. En realidad nunca he estado involucrado en un proyecto cinematográfico como éste, uno que no sólo genera sentimientos y emociones, y que además...
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