Colaborador Invitado / Gonzalo Hernández Licona: El niño y el pozo

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El pozo estaba abierto, hacía tiempo, y por un accidente el niño cayó al fondo. Desafortunadamente esa es una adecuada alegoría para México en el 2020.

Desde marzo de este año los hogares mexicanos cayeron muchos metros abajo tanto en lo económico como en materia de salud y muertes, todo ello relacionado con un accidente histórico e inesperado, COVID-19. Las muertes por la pandemia subieron casi sin control desde marzo. La cifra oficial, con pocas pruebas, da cuenta de más de 66 mil muertes a inicios de septiembre; la realidad, tomando en cuenta el "exceso de muertes" de 2020 en comparación con 2018-2019, pudiera ser casi tres veces mayor, como argumenta Mario Romero @mariorz.

En lo económico las cosas no van mejor. Estimaciones recientes señalan que México tendrá una reducción anual del Producto Interno Bruto (PIB) de alrededor de 12% durante este año, impulsada por una reducción anual de 18.9% en el segundo trimestre, una situación económica peor que las crisis de 2009 y 1994-1995.

Hay a quienes el PIB no les dice mucho, pues lo consideran muy técnico, pero cuando el PIB cae, lo que significa es que hay más personas sin trabajo y por tanto sin recibir ingresos, o familias cuyos ingresos se reducen de manera alarmante. El nivel de vida de muchísimas familias cayó en 2020. 12 millones de personas dejaron de tener ocupación en el peor momento de la crisis. De acuerdo con el Instituto de Investigaciones para el Desarrollo con Equidad de la Ibero, el 65% de los hogares vieron reducidos sus ingresos desde la pandemia. A eso se refiere la reducción del PIB.

No hemos sacado al niño del pozo pues la caída fue muy profunda y porque el gobierno no ha hecho mucho por sacarlo. Va para largo. El gobierno argumenta que el niño tiene que salir solito e incluso que hay que recortar recursos para su rescate.

Ante esto, seguramente muchos quisiéramos que mágicamente pudiéramos regresar a como estábamos en enero de 2020, antes de caer en este abismo. Que todo esto hubiera sido un sueño. El gran problema es que en enero 2020 estábamos mal, en 2019 también, en 2018 también, en 2017 también. La pandemia nos agarró con las manos en la puerta.

En 2018 las familias teníamos un ingreso promedio casi igual que en 1992. Crecimos difícilmente al 2.5% anual en esos años y, si descontamos el crecimiento de la población, el crecimiento anual fue de 1.1% por persona...

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