Colaborador Invitado / Guadalupe Loaeza: Todo listo para la fiesta
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Hace algunos años, nada más natural en las sobremesas que hablar, entre otros temas, de cine, principalmente de películas extranjeras.
Ahora, las conversaciones en los cafés son en torno a series y al cine mexicano, en especial de películas premiadas en festivales internacionales de cineastas mexicanos destacados.
Algunos son Guillermo de Toro (con estudios en el Centro de Investigación y Estudios Cinematográficos de la Universidad de Guadalajara), Alfonso Cuarón (egresado de la UNAM), Alejandro González Iñárritu (estudió en la Ibero), y de fotógrafos como Emmanuel Lubezki (de la UNAM).
Hablar de cine mexicano de excelencia de las décadas pasadas, es hablar de directores como Fernando de Fuentes, Arturo Ripstein, Chano Urueta, Ismael Rodríguez, Emilio "El Indio" Fernández y, naturalmente, Julio Bracho.
Los cinéfilos nostálgicos no dejan de recordar películas mexicanas como Santa, El Compadre Mendoza, Vámonos con Pancho Villa, Allí Está el Detalle, María Candelaria, Nosotros los Pobres, Calabacitas Tiernas, Los Olvidados, Ensayo de un Crimen, Los Caifanes, etcétera.
Hoy seremos testigos de la sexagésima primera edición de los Arieles. En esta ocasión se presentará en la Cineteca Nacional.
Sin duda será una ceremonia mucho más sobria, a diferencia de años anteriores cuando se llevaba a cabo en el Palacio de las Bellas Artes.
En esta ocasión, quiero pensar que la entrega de los Arieles despertará más interés que en otras oportunidades. Sabemos que la competencia está dura entre Roma, de Alfonso Cuarón, con 15 nominaciones, y Las Niñas Bien, de Alejandra Márquez, con 11.
Igualmente competirán La Camarista, de Lila Avilés; Museo, de Alonso Ruizpalacios, y Nuestro Tiempo, de Carlos Reygadas.
La entrega de los Arieles tiene una larga y conocida historia. La Academia Mexicana de Ciencias y Artes Cinematográficas (AMACC) surge en 1946, un año en el que cine mexicano está en su esplendor.
Para 1945 ya se habían producido 82 películas, muchas de ellas con un gran éxito internacional, como María Candelaria.
Mientras todo el mundo estaba en guerra, invirtiendo el dinero en armas, México invertía en su cine. Una vez que la Academia ya estaba organizada y apoyada por el ex Presidente de la República, Manuel Ávila Camacho, había que idear una estatuilla para el premio, algo que representara muy bien los mejores trabajos cinematográficos.
El escultor...
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