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Colaborador Invitado / José Antonio Aguilar Rivera: ¿El Presidente liberal?

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Vincent
AutorColaborador Invitado

Hace unos días el Presidente fustigó en una de sus conferencias mañaneras: "o somos conservadores o somos liberales, no hay medias tintas". Melchor Ocampo, ese radical desdichado, fue resucitado por López Obrador para lanzar advertencias a los tibios: "los liberales moderados no son sino conservadores más despiertos". Parecía una inflamada arenga de Ignacio L. Vallarta o de Guillermo Prieto en plena guerra civil a mediados del siglo pasado.

Esta catilinaria tiene un innegable aire fársico. Una de las características más curiosas de la transición mexicana a la democracia fue que, en general, no involucró un pleito por la historia patria. La lucha fue en las urnas, no en el campo de los símbolos patrios. Atrás parecían haber quedado las batallas por los Niños Héroes, el Pípila y otras figuras de la historia de bronce que animaron el sexenio de Carlos Salinas de Gortari. El centenario de la Revolución y el bicentenario de la Independencia en 2010 pasaron sin ninguna escaramuza simbólica digna de mención. Por eso no deja de llamar la atención que en el 2020 el Presidente recurra al viejo baúl de héroes y villanos para asumirse como "liberal" y denostar a sus críticos con el mote flamígero de "conservadores".

Decía Marx, con mucha razón, que "la historia ocurre dos veces: la primera vez como una gran tragedia y la segunda como una miserable farsa". Presenciamos la segunda vuelta del liberalismo "oficial". La idea de arroparse con el manto de los liberales del siglo XIX fue de Jesús Reyes Heroles, el gran político e ideólogo del PRI. En los años cincuenta del siglo pasado Reyes Heroles postuló la tesis de la "continuidad del liberalismo". Según esta idea el PRI era el heredero legítimo de las gestas liberales, interrumpidas por el Porfiriato y retomadas oportunamente por la Revolución. Que en realidad hubiera poca sintonía entre las ideas de hombres como Mora, Prieto o Zarco y el nacionalismo revolucionario era lo de menos. Un proyecto corporativista, autoritario y anti individualista se arrogó el legado liberal para autojustificarse.

Reyes Heroles, por lo menos, era un gran historiador: documentó con infinidad de fuentes primarias su...

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