Colaborador Invitado / Juan-Pablo Calderón Patiño y Norberto Emmerich: México y el Cono Sur
| Autor | Colaborador Invitado |
Comienza una nueva ronda de negociaciones del TLCAN y se afirma la sensación de muerte inminente. Estados Unidos no seguiría dentro del "peor acuerdo comercial jamás hecho" y México no se quedaría si no le conviene. En ambos países se avecinan elecciones, intermedias y presidenciales.
Los empleos perdidos del Rust Belt, el cinturón industrial olvidado que le dio la victoria a Trump, no volverán. Fueron devorados por la robótica, la entrada de China en la OMC y mucho antes por la competencia automotriz de Japón y en menor medida de Europa, no por el TLCAN. Aunque Estados Unidos acusa a México del déficit comercial de casi 70 mil millones como la causa de todos los males, olvida que el déficit con China es cinco veces mayor, sobre el cual no dijo nada en la reciente cumbre del APEC.
Mientras tanto algunos sectores estadounidenses advierten sobre los peligros de abandonar el Tratado, evidenciando la ausencia de una posición coherente por parte de Estados Unidos. Estas negociaciones no involucran sólo a los tres países implicados, también son un reflejo de la inestabilidad interna de la administración Trump.
Los trabajos de la sexta ronda podrían empalmarse con la celebración de la XI conferencia ministerial de la Organización Mundial de Comercio (OMC) en Buenos Aires, del 10 al 13 de diciembre. La historia tiene sus ironías y puede ser que el orden multipolar encuentre su fecha de inauguración en el Cono Sur y México tenga en Argentina y Brasil una opción que ayude a su diversificación. La ex canciller Rosario Green escribió que México se encuentra entre un Norte económico y un Sur político. Hoy las posibilidades de encontrar oportunidades comerciales en el Sur son reales.
México y Brasil son las dos potencias automotrices de América Latina. Brasil es el cuarto destino de las exportaciones automotrices mexicanas, una rebanada muy pequeña pero con gran potencial. Una vez resuelta la crisis brasileña se potencializará el comercio. En temas del sector primario, una empresa argentina ya tomó la iniciativa. Adecoagro concretó su primera venta de maíz a México, una carga de 38,000 toneladas métricas que se despachó en agosto pasado, operación que el gobierno mexicano buscó para asegurar suministros en caso de escenarios complicados con el vecino del Norte.
Aunque México ya ha buscado antes a otros proveedores, esta vez hay un ingrediente político. ¿Puede México verse obligado a avanzar más allá de lo que quiere? Preocupado por la retórica y los...
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