Colaborador Invitado / Pedro Lara y Malo: Destitución vs. Constitución

AutorColaborador Invitado

La destitución del Fiscal electoral en nuestro país es un asunto que debería disparar todas las alarmas sociales. Quienes miramos la vida pública con ojos críticos, lo más alejados de las filias, las fobias o las banderas partidistas, nos damos perfecta cuenta de que ello es el resultado de una práctica cotidiana que, casi siempre, se ha llevado a cabo en lo oscurito. Hasta allí, no hay duda.

Sin embargo, el nivel de la inquina social que se merecen algunas acciones del Estado como ésta ha sido puesto a prueba una vez más, con el factor añadido de un sismo trágico que, aun sin quererlo, ha permitido mostrar por enésima ocasión la fuerza de nuestra sociedad, cuando sus miembros comparten objetivos comunes.

El pecado de Santiago Nieto no fue revelar algunas de las corruptelas del sistema político heredado por el PRI, sino más bien algo más grave: ha expuesto su modus operandi, esa mecánica de personajes que, hermanados por la transa y el abuso, se protegen o solapan unos a otros, sin importar que con ello se lleven a todo el resto de la sociedad que los mantiene entre las patas.

A cualquiera se le hubiera podido caer el techo en la cabeza durante el temblor del 19-S. Ello nos hermanó en los momentos más difíciles, provocando enormes y espontáneas muestras de solidaridad, de genuina empatía y conmiseración hacia quienes habían caído en la desgracia. Pero los políticos no. Su lógica es "primero yo, después yo y hasta el último yo".

Es por eso que en este país se premian la connivencia, la complicidad y el desparpajo del infeliz que no tiene llenadera, mientras que, por el otro lado, se castigan la diligencia, la honradez y la honestidad públicas, porque son una amenaza para el esquilmo.

Puesto en los zapatos del jurista, oigo barbaridades que ponen a los principios y los valores constitucionales por lo más bajo de la cuerda: Que si se violaron los derechos humanos del señor Lozoya, olvidándose de que éstos tienen límites, que son los propios y necesarios del interés público y los derechos de los demás, los de la colectividad, los de la ciudadanía. Que si se violó la normativa interna de la PGR, mientras con una oficiosidad y dedicación hasta ahora desconocidas en esa corporación -más bien caracterizada por...

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