Colaborador Invitado / ¿Por qué la democracia?

AutorColaborador Invitado

Guillermo O'Donnell

Politólogo argentino experto en transiciones.

Las transiciones de los regímenes autoritarios se han vivido en prácticamente todos lados: momentos de gran esperanza, de gran alegría. La sensación de que, a partir de ese momento, liberados de las trabas de los regímenes autoritarios, nuestros países avanzarían rápidamente hacia una serie de logros en múltiples campos.

De una manera o de otra, más tarde o más temprano, con procesos a veces diferentes, en todos esos casos esta situación de alegría, de esperanza, enfrenta una serie de preguntas. Los caminos mostraron ser mucho más cirrosos, mucho más inciertos; ha habido retroceso en algunos países y cada vez más uno oye la expresión "bueno, y después de todo, ¿para qué?, ¿por qué todo esto?, ¿en qué ha cambiado mi vida con esta democracia que ha aparecido ahora entre los míos?, ¿será que en verdad este país tiene mejores posibilidades a partir de esto?".

Por eso vale la pena hacerse la pregunta ¿por qué la democracia?, y por qué, además, creer que esa democracia avanza en un sentido que aumente su calidad.

Una respuesta obvia es que la democracia ofrece una forma pacífica de decir quién nos va a gobernar por cierto periodo de tiempo y ofrece formas generales y pacíficas de tomar decisiones.

El régimen político democrático entraña elecciones razonablemente competitivas, razonablemente porque nunca habrá ni ha habido elecciones perfectamente competitivas. A estas elecciones concurren individuos que votan libremente, por lo menos no están sometidos a condiciones físicas en el momento de decidir su voto y efectuarlo. Y estos individuos, para poder votar libremente, gozan de ciertas libertades, por ejemplo de asociación, de expresión, de movimiento, antes y durante las elecciones, sin las cuales estas elecciones no serían razonablemente competitivas ni los votantes serían libres en el sentido que acabo de expresar.

Éste es básicamente el criterio schumpeteriano o minimalista de la democracia, es muy útil porque nos aporta elementos que ayudan a distinguir, aunque no completamente, las democracias de otros regímenes políticos; si bien son condiciones necesarias, no son suficientes, es necesario advertir otros componentes.

Para esto hay que empezar a fijarse en algunos aspectos que suelen ser ignorados. Ese individuo que tiene derecho a votar tiene otro derecho, tiene el derecho de tratar de ser electo y tiene derecho de tratar de poder participar en la toma de decisiones...

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