Colaborador Invitado / ¿Es China realmente inmune a la crisis?

AutorColaborador Invitado

Kenneth Rogoff

En su discurso en el Foro Económico Anual de Davos, Suiza, el Primer Ministro chino Wen Jiabao explicó los planes de su Gobierno para contrarrestar la crisis económica global con gasto público y préstamos. Casi garantizó que el crecimiento anual de China seguiría por sobre el 8 por ciento en 2009. Sus palabras fueron como un masaje para el público de líderes políticos y de los negocios, paralizados y con los sentidos entumecidos por la recesión.

Sin embargo, ¿tiene realmente el Gobierno chino las herramientas necesarias para mantener su economía en un estado tan resistente? Quizá, pero se trata de algo nada obvio.

La cada vez más grave recesión de Estados Unidos está golpeando el sector exportador de China, así como a todo el resto de Asia. El problema inmediato es una gran escasez de crédito, no tanto en China como en Estados Unidos y Europa, donde muchos importadores pequeños y medianos no obtienen los créditos comerciales que necesitan para comprar productos al exterior.

Como resultado, algunas áreas costeras de China que antes bullían de actividad hoy lucen como ciudades fantasma, ya que decenas de miles de trabajadores despedidos han hecho las maletas y vuelto a sus pueblos del interior. De manera similar, quizá la mitad de los 200 mil a 300 mil habitantes del barrio coreano de Beijing, principalmente trabajadores (y sus familias) pagados por compañías coreanas que fabrican en China productos para exportación, se han marchado a casa.

Con cerca de 2 billones de dólares en reservas en moneda extranjera, los chinos tienen los recursos para financiar un gran aumento del gasto público y ayudar a respaldar los préstamos bancarios. Muchos de los principales investigadores chinos están convencidos de que el Gobierno hará lo que sea para mantener el crecimiento por sobre el 8 por ciento. Sin embargo, esto no viene gratis. Incluso si tiene éxito en el corto plazo, es casi seguro que este enorme paso hacia el gasto público producirá índices de crecimiento significativamente más lentos en unos cuantos años.

En pocas palabras, está lejos de ser claro el que valga la pena construir proyectos de infraestructura marginal, considerando que China ya está invirtiendo más del 45 por ciento de su ingreso, y gran parte es en infraestructura. Es cierto que parte del estímulo fiscal de China consiste en préstamos al sector privado a través de la banca, altamente controlada. Sin embargo, ¿hay alguna razón para creer que los nuevos préstamos se...

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