Colaborador Invitado / Salomón Chertorivski: Derechos y contrapesos

AutorColaborador Invitado

¿Para qué existen las instituciones autónomas? Sobre cualquier otra cosa, para garantizar nuestros derechos, gobierne quien gobierne. ¿El INEGI? Para que todos los mexicanos cuenten con la información objetiva, sólida, sin sesgos. ¿La CNDH? Para señalar y hacer públicos los casos y las autoridades que hayan violentado derechos fundamentales. ¿Y el INE? Para garantizar el ejercicio democrático por excelencia: el derecho al sufragio, de manera que podamos elegir gobiernos legítimos como el que emanó de las urnas en 2018.

Y por supuesto, la Suprema Corte de Justicia, la última instancia donde se deben vigilar el conjunto de los derechos en México, insisto, gobierne quien gobierne.

Porque en ello nos jugamos el tipo de convivencia social civilizada y el límite de acción de los gobiernos. Mientras los derechos estén en la Constitución o en las leyes, los gobiernos -provengan del flanco ideológico que sea- están obligados a respetarlos y aun más: a hacerlos cumplir. Cuando un gobierno falla, esas instituciones deben adoptar sin titubeos su papel de contrapeso.

Todo muy elemental, por cierto, pero muy mal comprendido. Desde el gobierno se ha creído que, dada su votación mayoritaria, porta un mandato que puede hacer a un lado dichas instituciones (las llamadas "consultas" y el levantamiento de "padrones" ejecutados por simpatizantes son ejemplo palmario). Otros más han asumido que las instituciones son contrapesos a lo que diga o haga el gobierno, y tampoco es así. Todo depende: si el gobierno es escrupuloso en la promoción y respeto a los derechos, santo y bueno. Pero si no lo hace, es obligación de esas instancias ponerle un alto, señalarlo, obligarlo a corregir. Por eso, esos colegiados han de trabajar con rigor, independencia, ignorando las presiones.

Pero no todos parecen entenderlo así, incluso desde el Congreso ha habido quien advierte a ministros que los removerán si no acatan la voluntad de su proyecto. Y no es una anécdota descabellada, pues durante los últimos meses, la coalición encabezada por Morena ha acumulado una serie de desplantes que socavan pilares de la coexistencia democrática: tolerancia, una conversación pública racional y sobre todo, la oportunidad igualitaria de participación política (excepción notable: la discusión de la Guardia Nacional en el Senado).

Todo lo cual configura una circunstancia con gran potencial litigioso y paralizante. Así, la nueva etapa política que podría ser ejemplo de construcción y de...

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