Colaborador Invitado / Tonatiuh Guillén López: Municipios y Covid-19 en México

AutorColaborador Invitado

En México, la pandemia provocada por el Covid-19 ha tensado las relaciones intergubernamentales y ha vuelto a poner de manifiesto la posición marginal que es reconocida para los gobiernos municipales, no obstante su excepcional rol estratégico para la atención de éste y otros desafíos nacionales.

A partir del 2006 y especialmente desde 2012 en el país se fortaleció una inercia neocentralista del Estado, que abarcó distintas áreas públicas. Con el gobierno de López Obrador esta dinámica aceleró en lo simbólico, en la recomposición del poder político, en los poderes republicanos y en las funciones públicas.

En lo simbólico, el Poder Ejecutivo Federal -una rama del gobierno- se enuncia a sí mismo como el "Gobierno de México", proyectando una imagen de predominio y exclusión del Poder Ejecutivo sobre los otros poderes del Estado y sobre la estructura federal. Evidentemente, también se sobrepone a los municipios. Es la marca de un poder preponderante y único, centrado además en la figura del presidente.

Si se adiciona que el partido Morena tiene mayoría en la Cámara de Diputados y el Senado de la República, se genera la posibilidad de una concentración del poder que no habíamos tenido en décadas. La etapa actual corresponde a un Estado sin la funcionalidad de los contrapesos republicanos, lo que reduce también el rol político de estados y municipios.

Por su lado, desde años atrás estaba deteriorado el reconocimiento de los municipios como entidades capaces de proveer funciones y servicios decisivos para el desarrollo del país. La última reforma constitucional importante en la materia fue en diciembre de 1999. De ahí en adelante han sido más los pasos atrás en materia federal y municipal.

Con la fortalecida concentración de poder y centralización de funciones en el Ejecutivo Federal, hoy es menos visible el rol de los municipios. Desde un inicio, la estrategia ante la emergencia de salud se intentó centralizada y única. La colaboración intergubernamental nunca se comprendió como un obligado diálogo, como establece la norma y exige la coyuntura. Lo que emergió fue una directriz que debía seguirse junto con el discurso de la rutina matutina y vespertina.

Desde los primeros días de la emergencia no ha existido el...

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