Comicios en apuros

AutorJésica Zermeño Núñez

Como cada tres años, la ciudadanía votará el próximo año para elegir a sus 500 representantes en la Cámara de Diputados. Pero esta vez, en un hecho inédito, los comicios se desarrollarán en medio de una guerra, la que declaró el gobierno de Felipe Calderón a los cárteles de la droga.

Además de renovarse la Cámara, en 2009 se elegirán mil 128 cargos locales en 13 estados: Campeche, Colima, Nuevo León, Querétaro, Sonora, San Luis Potosí, Distrito Federal, estado de México, Guanajuato, Jalisco y Morelos. En los seis primeros se elegirá gobernador, y en todos, diputados locales y alcaldes o jefes delegacionales, el mismo día de la elección federal, el 5 de julio. Además, Tabasco y Coahuila tendrán elecciones municipales el 18 de noviembre.

Esto, en un escenario donde las ejecuciones, los enfrentamientos entre los cárteles de la droga y los cuerpos de seguridad gubernamentales, y las narcomantas son cosa de todos los días. Sólo en esos 13 estados, según el registro de Reforma, se han ejecutado a mil 461 personas entre diciembre del 2006 y el pasado 3 de octubre.

Rumbo a las elecciones intermedias del 2009, otros dos datos han hecho prender las alertas en algunos partidos políticos, en el IFE y en la Secretaría de Gobernación: las 5 mil 800 ejecuciones, según el conteo de Reforma, en lo que va del sexenio y la estimación del investigador Edgardo Buscaglia, en el sentido de que más de la mitad de los municipios del país están controlados por el narcotráfico.

Consultados por Enfoque, los especialistas Raúl Benítez Manaut y Samuel González coinciden con el diagnóstico, y advierten que es preocupante que, iniciado ya el proceso electoral, no haya estrategias de los partidos políticos ni de las autoridades para blindar la elección contra el crimen organizado.

Benítez Manaut, investigador de la UNAM, señala que para evitar la entrada de la delincuencia a las campañas los partidos tendrían que echar mano de la información de inteligencia que puedan recabar sobre sus candidatos, ya sea con la ayuda del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen) o mediante sus propios mecanismos de investigación.

Sin embargo, no está seguro de que el Cisen tenga en este momento la capacidad para poder investigar a todos los candidatos, puesto que necesita un despliegue geográfico de agentes distinto al usual, por la alta presencia de la delincuencia organizada en territorios rurales.

"Los partidos por primera vez deben escoger buenos candidatos, no sólo porque tienen bases populares, sino porque tienen que tener probidad. Pero escoger candidatos honestos es muy difícil en este país", consideró Benítez Manaut.

El ex titular de la Unidad Especializada en Delincuencia Organizada de la PGR Samuel González abunda: "el blindaje más importante será el interior, el que hagan los partidos políticos mediante sus procesos de selección de candidatos, puesto que cada partido sabe de dónde sacan los aspirantes su poder político y sus recursos".

Este blindaje deberá ser mayor en el caso de los aspirantes a las alcaldías o a las diputaciones locales, los puestos que más le interesa controlar al crimen organizado, ya que el control de los territorios se hace a escala local.

Para el ex fiscal no son suficientes las 10 medidas que el pasado 2 de octubre propuso el PAN al IFE con el fin de blindar las campañas de sus candidatos contra el dinero sucio, pues son medidas de blindaje externo solamente.

"Hay que pedirle a cada partido que diseñe un mecanismo interno de supervisión. Ése es el compromiso. Debe haberlo, vamos a ver si los partidos lo hacen. Los partidos tienen que encontrar candidatos que no estén vinculados a la delincuencia organizada, tienen que empezar por limpiar en su casa.

"Es importante cómo la sociedad va a manejar el proceso electoral. La sociedad tiene en la mano el poder para determinar, porque lo sabe, qué candidato localmente está metido en la delincuencia organizada y qué no. Cuando tú vas comunidad por comunidad la gente sí lo sabe, y la gente tiene que usar su factor de votación para cambiar las cosas", concluye.

Violencia y costo electoral

Según los expertos, las preferencias electorales también reflejarán la evaluación de la sociedad a sus autoridades en cuanto a seguridad y combate al crimen organizado.

Para Benítez Manaut, la falta de organización y el desaseo del gobierno federal para hacer frente a la delincuencia organizada se traducirá en un voto de castigo al PAN, pues el presidente Calderón no ha podido reducir la inseguridad, promesa que ha sido el eje rector de su gobierno.

"El PRI es el partido que va a verse más favorecido de todo este ambiente porque la gente empieza a percibir que cuando el...

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