Comida chatarra: la gran tentación

REDACCION/REFORMA

Los constantes bombardeos de los medios publicitarios en televisión, prensa y radio, anunciando papitas, dulces y otras golosinas, son la causa principal por la que los niños prefieren la comida chatarra a una alimentación balanceada.

La constante inquietud de los padres de familia sobre los alimentos que deben ingerir sus hijos dentro del horario escolar es un tema que ha sido debatido desde hace décadas.

Leonel Pérez, chef independiente, especialista en alimentación infantil, dice que:

"Algunas de las deficiencias en la alimentación de los pequeños son causa de los padres, existe un 80 por ciento de probabilidad de que los niños imiten el comportamiento de los hábitos alimenticios de los padres.

"El individuo a temprana edad tiende a imitar las actitudes de los mayores, causando una alteración en la vida", explica.

Las múltiples recomendaciones sugeridas por nutriólogos o pediatras están basadas en una alimentación rica en nutrientes, proteínas y vitaminas, pero ¿son realmente apetecibles?

El chef señala que para el almuerzo se deben incluir todos los grupos alimenticios, que el pan sea integral si se llegan a elaborar sandwiches, y complementar con frutas y verduras.

Muchos niños regresan a casa con la lonchera igual que como sus padres se las dieron en la mañana. Por una parte, los alimentos suelen ser poco apetecibles y por otra, las socorridas "tienditas" o cooperativas, instaladas en el interior de las escuelas, tienen una gama de productos chatarra.

Papas, chicles, cacahuates, pastelillos, dulces, tamarindos, paletas y chicharrones son productos que los pequeños suelen adquirir.

"Hay que tomar en cuenta que estos alimentos tienen un alto contenido de carbohidratos, por lo que deben considerarse como complementos.

"La educación debe estar encaminada para que los hijos valoren los alimentos naturales y obtengan el mayor provecho de estos", añade el chef.

Es ideal hacer un balance a lo largo de la semana, donde se puedan tener las dos opciones, llevar alimentos y comprar algún producto en la escuela, tales como las palomitas naturales, zanahoria y jícama rallada con limón, y papas a la francesa.

El chef aclara que es importante sensibilizar a los niños en cuanto a las texturas, colores, sabores y olores de los alimentos.

Los hijos deben participar en la compra de los productos a consumir cuando los padres estén en el super, su participación ayudará a que conozcan y elijan de la mejor manera.

"La diversidad de sabores...

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