Comienza la carrera presidencial en Brasil
| Autor | Iñigo García |
Especial
BRASILIA.- El Presidente brasileño, Luiz Inacio Lula da Silva, parte con una ventaja cercana a los 30 puntos en la intención de voto, pero el aspirante del Partido de la Social Demócracia Brasileira, Geraldo Alckmin, de centro-derecha ha comenzado a recortar distancias.
Con el fin del plazo para la inscripción de nuevos candidatos y el inicio de la pegada de carteles en las calles de todo Brasil, esta semana arrancó la campaña electoral.
Hay ya un claro favorito, el Presidente del Gobierno, Luiz Inacio Lula da Silva del Partido de los Trabajadores (PT), y un único aspirante con posibilidades de sustituirlo, Geraldo Alckmin, del Partido de la Social Democrácia Brasileira (PSDB), que pese a que parte con una desventaja inicial de cerca de 30 puntos porcentuales ha comenzado ya a recortar distancias.
Los objetivos de ambos candidatos durante esta campaña que se prevé muy dura son muy claros: para el Presidente Lula el reto está en mantener la actual diferencia con respecto a Alckmin en la preferencia de los electores brasileños, que, con más del 50 por ciento de los votos, le daría el triunfo en la primera vuelta y provocaría muy probablemente un terremoto de consecuencias incalculables en una oposición que lo ha perseguido implacable por los escándalos de corrupción aparecidos en el seno del Gobierno y del PT.
Para Alckmin, cualquier opción de acceder a la Presidencia de Brasil pasa inevitablemente por seguir reduciendo distancias con Lula y conseguir forzar una segunda vuelta en la que tendría más posibilidades de victoria, ya con el apoyo del resto de partidos en la oposición.
Tanto el PSDB como su principal aliado, el Partido del Frente Liberal, han convocado a varios actos de protesta contra el Gobierno de Luiz Inacio Lula da Silva", en los que participará el propio Geraldo Alckmin.
Lula, por su parte, no aparecerá en campaña hasta el próximo 13 de julio, cuando el PT ha organizado una cena para 3 mil personas en la localidad paulista de Sao Bernardo, feudo electoral del PT.
Previsiblemente, la oposición brasileña intentará cargar las tintas durante la campaña en los casos de corrupción aparecidos durante el Gobierno de Lula y en el escaso crecimiento económico registrado por Brasil en el último año, sólo por encima de Haití en América Latina.
El PT y Lula, por su parte, tratará de defender su gestión poniendo énfasis en los programas sociales desarrollados desde el 2002.
En cualquier caso, lo cierto es que la mayor parte de la...
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