Lo condena testigo pero... ¡nunca lo vio!

AutorDiana Martínez y Yáscara López

José Antonio Zúñiga Rodríguez pidió a Dios en reiteradas ocasiones que le quitara la vida o lo llevara a la cárcel, y en 2005 sus plegarias fueron escuchadas: lo acusaron de un homicidio que no cometió.

Señalado como el autor material del asesinato de un joven por el primo de la víctima, quien presenció el crimen, Antonio enfrentó un largo proceso para poder demostrar su inocencia y recuperar su libertad.

Las pruebas en su contra eran el dicho del testigo que no pudo describirlo físicamente, el retrato hablado que el Ministerio Público no incluyó en su pliego de consignación y los señalamientos de tres policías judiciales que dijeron no recordar la detención.

A esas dificultades Antonio sumó la renuencia del juez a valorar las pruebas que demostraban que él no había cometido el homicidio.

Tras se condenado a 20 años de prisión, Antonio recibió una segunda oportunidad con ayuda de los investigadores Layda Negrete y Roberto Hernández, quienes lograron que le repusieran el juicio.

A través de la filmación de este segundo proceso, Antonio adquirió una nueva perspectiva y se atrevió a compartir su vida en el centro de reclusión en una estancia de 16 metros cuadrados que comparte con otros 26 reos, su gusto...

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