'Congelan' paciente; evitan daño cerebral
REFORMA/Redacción
Mediante una técnica de "congelamiento", el doctor Joseph Varon logró salvarle la vida a un paciente ahogado, luego de que había pasado más de 45 minutos sin recibir oxígeno en el cerebro y más de 12 horas antes de que él pudiera atenderlo.
"Éste fue un caso único porque había pasado mucho tiempo desde que el paciente presentó el problema hasta que llegó a mi servicio y lo pude congelar", relata Varon desde su consultorio en el Hospital Episcopal St. Luke's de Houston, Texas.
Luego de haber trabajado en medicina por 25 años y de practicar, por lo menos 15 años, la Terapia Intensiva, el especialista considera haber desarrollado un sentido de manejo urgente y poco convencional del paciente.
"Empiezas a improvisar basado en tu educación, entrenamiento y experiencia. Basado en mi experiencia con la reanimación cardiopulmonar, ya había contemplado el congelamiento, narra.
El médico, de origen mexicano y egresado de la Facultad de Medicina de la UNAM, explica que el "congelamiento" o terapia hipotérmica es más común en pacientes que tuvieron un ataque al corazón, y hasta ahora nunca se había usado en un caso de ahogamiento.
"Cuando hay un daño cerebral masivo, lo primero que pasa en el cerebro es que éste se comienza a hinchar y, ¿qué es lo primero que haces cuando te pegas en una mano o tienes un chichón en algún lado?, te pones hielo, ¿no? Pues aquí es exactamente el mismo principio.
"Básicamente es darle tiempo al cuerpo, previniendo otro tipo de daños y manteniendo las funciones del paciente pero a un nivel muy bajo, así puede recobrarse, sin tener una pérdida de función cardiaca o cerebral".
Caso Exitoso
El paciente, Dan O'reilly, un canadiense de 53 años, fue arrastrado por el mar en Ixtapa-Zihuatanejo en diciembre de 2004, quedando enterrado de cabeza y bajo el agua, de donde fue rescatado por sus hijos, quienes lo llevaron a una clínica donde fue entubado para ayudarlo a respirar.
Ante lo crítico de la situación, la familia de O'reilly decidió trasladarlo a Houston, donde Varon lo recibió 12 horas después del accidente.
"Me llegó en condiciones críticas", recuerda. "Detecté que venía casi muerto, no respondía a nada y presentaba convulsiones esporádicas, lo que indicaba un daño cerebral severo".
La primera idea fue desconectarlo del respirador artificial, pero la familia se negó.
"Le dijimos a la esposa que iba yo a tratar una cosa que no se había intentado en un paciente ahogado, lo había hecho en otro tipo de...
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