Enseñanzas y conjeturas / Jorge G. Castañeda

AutorJorge G. Castañeda

Para el ingeniero Ramiro Berrón Lara,

con admiración y respeto ante su atípica

valentía.

Habrá mil lecciones y conclusiones que extraer de los comicios del 2 de julio; mil culpas que atribuir, mil padres de la victoria a quienes reconocer, mil derrotas huérfanas a quienes olvidar. Pero por lo pronto se vislumbran algunas enseñanzas y conjeturas preliminares, ya susceptibles de ser apuntadas y dignas de ser compartidas.

Alianza fallida

La primera lección abarca las consecuencias de la fallida alianza opositora, negociada y abandonada en el verano y otoño del año pasado. En los momentos más álgidos de la discusión de la misma, aparecieron dos tipos de argumentos académicos en su contra, además de los razonamientos estrictamente políticos centrados en el carácter indeseable de dicha alianza. Entre esos argumentos figuraban tres, cuya pertinencia y grado de acierto conviene hoy ya revisar: a) la alianza no es posible; b) la alianza no garantiza el triunfo de la oposición; c) debido al abismo programático que separa a ambos partidos opositores, una alianza resultaría suicida al percatarse la ciudadanía de las profundas divergencias entre las partes. Nada discute ya a estas alturas el primer postulado: en efecto, la alianza no fue posible, por razones conocidas y otras que se conocerán en su momento. Sin embargo, las otras dos tesis han sido desmentidas por la evolución de la campaña; de allí su interés y pertinencia.

En primer lugar, es evidente a estas alturas que de permanecer solo un candidato opositor en lisa éste ganaría la elección por un amplio margen. Se puede argüir que no es deseable que ese candidato -que de manera inevitable sería Fox: la única constante absoluta en toda las encuestas publicadas o no publicadas es la relación de por lo menos dos a uno entre Fox y Cárdenas- venza (tesis del PRD), o que el costo de ese triunfo anula sus posibles beneficios (tesis Carlos Fuentes y Carlos Monsiváis) pero nadie pretende hoy que en una contienda prácticamente empatada la declinación de Cárdenas a favor de Fox no aseguraría el triunfo del segundo.

Todas las encuestas muestran que el voto útil ya se ha dado, y que la segunda preferencia de los sufragantes perredistas es mayoritariamente Fox. En las pesquisas internas y no divulgadas del PRD, realizadas por José Barberán y que a partir de marzo y hasta junio incluyeron una pregunta sobre la segunda opción de cada votante, la preferencia por Fox entre quienes tenían a Cárdenas como primera opción era abrumadora. En marzo, 32 por ciento de los votantes cardenistas daban por segunda opción a Fox, y 21 por ciento a Labastida; en abril 34 por ciento optaban por Fox, y sólo 15 por ciento por Labastida; y al 29 de abril, 36 por ciento se inclinaban por Fox y 12 por ciento por Labastida (no se reparten los indecisos; de hacerlo, probablemente el margen a favor de Fox sería aún mayor). De allí que si ubicamos a...

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