Conlon Nancarrow vuelve a su cuartel
| Autor | Erika P. Bucio |
Como un "abrazo de silencio" concibió el arquitecto Juan O'Gorman (1905-1982) la casa que proyectó en Las Águilas para Conlon Nancarrow (1912-1997), un espacio que atendiera las necesidades del compositor para crear y que devendría, incluso, en una "herramienta de trabajo".
En el jardín de la residencia, junto a la terraza de sombra donde por las tardes su propietario solía sentarse a beber café después de su jornada laboral, la historiadora del arte Adriana Sandoval anuncia el propósito de preservar la propiedad, erigida entre 1948 y 1950.
Para ello, la Fundación Espacio Nancarrow-O'Gorman, creada en octubre de hace dos años, está en busca de donativos para adquirir el inmueble, resguardado hasta ahora por la viuda del compositor, la arqueóloga Yoko Sugiura.
Como directora de la fundación, Sandoval informa que, a través de donativos, ha sido posible reunir el 50 por ciento del valor de la propiedad que habitó el compositor de origen estadounidense por casi cinco décadas, y esperan completar el monto en los siguientes 18 meses.
No obstante, lanza un llamado para sumar esfuerzos.
"Nosotros ya avanzamos en la conformación de la fundación, en cuanto a tener un porcentaje muy significativo del valor de la casa, pero llamamos al público en general que se quiera involucrar en participar en la adquisición.
"La casa va a necesitar permanentemente el apoyo, sea para la preservación, sea para el funcionamiento", expresa Sandoval en entrevista.
La casa-estudio, ubicada en Calzada de las Águilas 46, tiene 586 metros cuadrados de construcción y mantiene un buen estado de conservación, por lo que requeriría una intervención mínima para su nuevo uso.
La fundación -presidida por el artista Pedro Reyes, y de la que forman también parte el hijo del compositor y Sugiura, Makoto Nancarrow, así como el investigador Luis Rius Caso- se ocupará además de la investigación y preservación de la obra no sólo de quien fuera su residente, sino también de su proyectista. Dos visionarios unidos por una casa.
Se trata de una iniciativa nacida de la ausencia de apoyos institucionales, después de buscarlos durante dos años.
Ofertas hubo, aunque de desarrolladores inmobiliarios, pero la familia no aceptó ante la convicción de preservar la casa-estudio, según refiere Makoto Nancarrow.
Sandoval destaca la propiedad como el génesis de la arquitectura orgánica de O'Gorman, un antecedente para comprender la Biblioteca Central de CU.
"La arquitectura orgánica se planteaba como un...
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