El conocimiento toma el poder

AutorOsvaldo Cairo

Nos estamos ahogando de información

y nos morimos en la desesperación por conocer.

Rutherford Rogers

Estamos al umbral de la Era del Conocimiento. La habilidad de las organizaciones para manejar, reconocer, almacenar, valorar y distribuir el conocimiento será fundamental. Esta mezcla de habilidad y capacidad recibe el nombre de Knowledge Management (KM). Las organizaciones comienzan a reconocer que el conocimiento representa su principal arma para moverse en un mundo cada vez más competitivo.

KM es uno de los temas más calientes de la actualidad en el mundo entero. Su aplicación producirá cambios importantes en las organizaciones, y seguramente repercutirá y beneficiará a gran parte de la sociedad. Muchos humanos, de alguna u otra forma, percibiremos algún beneficio. Algunos directos, otros indirectos. Representa también una esperanza. Tendremos también que esperar, aunque éste no debe ser un problema, ya que estamos bastante acostumbrados. En los países

desarrollados la aplicación de este concepto es prácticamente inmediata. Empresas como Boeing, British

Petroleum, Chrysler, Coca-Cola, Ford, General Motors, IBM, McDonnell Douglas, Microsoft, Mobil Oil, 3M y otras ya lo están aplicando (Davenport & Prusak, 1998). En los países subdesarrollados la aplicación de este concepto puede tardar más tiempo. En Estados Unidos, en el año anterior, fue el segundo término más utilizado (Liebowitz, 2000). El primero fue Y2K. En México no se tienen ese tipo de estadísticas. Seguramente el término Y2K y su correspondiente en español -el problema del año 2000- fue uno de los más utilizados. Sin embargo, KM sólo ha sido mencionado en algunas clases por algunos catedráticos.

KM es importante por diferentes razones, pero hay una en especial, que aparece de cierta manera oculta, que lo hace sumamente interesante y atractivo a la vez: busca la justicia al buscar la eficiencia en la organización. La idea es sencilla. Todos tendrán las mismas oportunidades. Aquellos que tengan el conocimiento serán la pieza clave de esta nueva estructura. El poder está en función del conocimiento. Para su aplicación se requiere tener una estructura democrática y trabajar en equipo. Su implementación podría entonces resultar difícil. Pero hay un pero. Si las empresas, las organizaciones, pretenden ser competitivas y quieren sobrevivir en el futuro cercano, la alternativa parece ser entonces una organización basada en conocimientos. Como Nonaka (Nonaka, 1998) acertadamente menciona: en una economía donde lo único cierto es lo incierto, la única fuente de ventaja competitiva la representa el conocimiento. Las organizaciones tendrán que mirar hacia adentro, y detectar primero y rescatar después su capital intelectual.

Hay además una ventaja directa que es importante señalar: se eliminarán muchos de los conflictos en la organización. ¿Cuántas veces hemos escuchado hablar de los problemas de un subalterno con su jefe? Muchos de estos problemas desaparecerán. En la mayoría de los casos los jefes seguirán ahora la carrera de manager y no tendrán competencia directa con los que tienen el capital intelectual. Su actividad estará limitada a la coordinación de actividades administrativas. Sus funciones no les permitirán ejercer el poder ni el control sobre el grupo.

En organizaciones basadas en conocimientos se observan dos carreras diferentes. Una que corresponde a los que representan el capital intelectual de la estructura. Otra que corresponde a las actividades de managing (Drucker...

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