Conservan reliquias de la historia delictiva

AutorArturo Sierra

El Centro de Bienes Asegurados, con más de 15 millones de objetos relacionados con averiguaciones previas y juicios, es como un museo de la historia delictiva.

A decir de los empleados de la PGJDF, el lugar está lleno de "malas vibras" y fantasmas, frecuentemente se escuchan ruidos, se mueven objetos y no falta quien ha sentido que lo tocan por la espalda y al voltear no ve a nadie. Por eso cada año el personal junta dinero y hace una misa en el lugar y un sacerdote echa agua bendita.

"Hay objetos que ya se destruyeron por el paso de los años, pero los tuvimos por mucho tiempo y otros que siguen aquí y generan muchas malas vibras por tantos delitos y cosas malas", dijo Jaime Ibarra, jefe del Departamento de Bienes Asegurados.

En un almacén de más de 4 mil metros cuadrados, ubicado en Azcapotzalco, se albergan objetos que utilizaron criminales para cometer sus delitos o que obtuvieron afamados ladrones como Alfredo Ríos Galeana.

Una vieja caja fuerte resguarda el último botín de Ríos Galena, 20 millones, pero de viejos pesos, billetes completamente nuevos que ahora no valen ni el uno por ciento de su nivel original.

Durante 15 años se ha añejado un cargamento de más de 3 mil botellas de licor incautadas por la PGR en un operativo en Tepito.

Mientras uno camina por los pasillos del lugar se van combinando olores a humedad y polvo, pero al llegar al último pasillo se siente un aroma diferente, una combinación de sangre y muerte.

Ese lugar es especial, pues ahí se almacenan todos los objetos que envía la Fiscalía de Homicidios y hay desde piedras con sangre, lo mismo que botellas y bats hasta cuchillos que fueron usados para matar, también se pueden observar prendas de vestir que portaban las víctimas al momento que perdieron la vida.

Entre los objetos de culto se encuentra la vestimenta que llevaba el día de su captura Juan Barraza, "La Mataviejitas", las fotografías que traía en su monedero con su rostro serio, sus llaves, sus credenciales falsas y hasta su estetoscopio, con el que se hizo pasar por enfermera para matar a más de 20 ancianas.

También están los disfraces de José Luis Calva Cepeda, "El Poeta Caníbal" o "El Caníbal de la Guerrero", así como la libreta donde escribía los poemas que le dedicaba a las víctimas que supuestamente luego asesinó y se comió.

Además, durante largo tiempo, resguardaron trajes y cuerdas que utilizó Gregorio "Goyo" Cárdenas, "El Estrangulador de Tacuba", quien fuera el primer homicida serial del México.

Y...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR