CONTRACORRIENTE / Negociación Transpacífico, pero no transparente

AutorFarid Kahhat

El argumento académico en favor del libre comercio es convincente: salvo en circunstancias excepcionales, la liberalización del comercio internacional genera mayor crecimiento para las economías de los Estados involucrados en el proceso (eso no implica que todos los sectores de la economía se beneficien del proceso, pero ese es otro tema).

En general, ese es además un argumento en favor de suscribir acuerdos de libre comercio (aunque, nuevamente, qué tan beneficiosos puedan ser dependerá de las circunstancias del caso). El Acuerdo Transpacífico que negocian en este momento 12 Estados que representan un 40 por ciento del producto global es en buena medida un acuerdo de libre comercio, ¿podría concluirse entonces que será beneficioso para todas las partes?

La respuesta honesta a esa pregunta es que no lo sabemos, dado que la negociación es, en lo esencial, secreta. Podría decirse además que, a diferencia de otras negociaciones comerciales, no parece existir en este caso una "Mesa Verde" pluralista (es decir, una instancia informal a través de la cual los negociadores oficiales informan y consultan sobre los temas en discusión a una diversidad de grupos de interés). Y por distintas razones, no podemos dar por descontado que se produzca un debate parlamentario sustantivo antes de la ratificación de un eventual acuerdo.

Por sólo citar un ejemplo, en el caso de los Estados Unidos, el Gobierno de Obama busca que su proceso de ratificación adopte el mecanismo de "Vía Rápida" (V., "Fast Track"), según el cual el Senado de su país tendría la prerrogativa de aprobar o desaprobar el acuerdo tal cual fue redactado, pero sin derecho a realizar la más mínima modificación. El punto no es que la Vía Rápida no sea un mecanismo razonable bajo determinadas circunstancias, sino que en el contexto descrito contribuye a la opacidad del proceso.

Y la opacidad del proceso es relevante cuando se recuerda que la mayoría de las barreras arancelarias y no arancelarias al comercio entre los países que negocian se han reducido en forma dramática en décadas recientes (sea por acuerdos bilaterales o multilaterales, o por decisión unilateral).

Antes que liberalizar el comercio de bienes (el tema medular de los acuerdos tradicionales de libre comercio), el Acuerdo Transpacífico se aboca a temas como el comercio de servicios y la protección de las inversiones y de los derechos de propiedad intelectual (sin tocar los subsidios agropecuarios de países como Estados Unidos y...

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