Contreras ante todo

AutorSandra Becerril

REFORMA / Enviada

DAYTONA, EU.- Hace poco más de tres años, Carlos Contreras dejó las comodidades en México para convertirse en un intruso. El piloto abandonó el status de campeón de Mustang para incursionar en un mundo en el que era un auténtico desconocido.

A finales de 1999, el mexicano hizo historia en la categoría más famosa e importante del automovilismo del país vecino, la NASCAR, al inscribir su nombre como el primer conductor no estadounidense en el localista ambiente de esa serie.

Dejó su familia, su trabajo y sus negocios por ingresar a un mundo desconocido; las pistas de NASCAR, únicamente óvalos, eran algo completamente nuevo para él. Además, ni siquiera dominaba el idioma inglés.

Sin embargo, bajo el abrigo de su patrocinador, Mattel, a través de Hot Wheels, y el siempre importante apoyo familiar, Carlos y su esposa Alejandra emprendieron la aventura rumbo a Charlotte, su actual lugar de residencia.

"La adaptación de estar en una categoría donde eres el único mexicano, donde no tienes amigos, donde sabes que vas a andar a velocidades muy altas, donde sabes que son puras bardas las que están a tu lado y no trampas de arena o llantas -a lo que yo estaba acostumbrado-, eso es lo que más trabajo me costó.

"Hubo mucho... no racismo, pero la gente no me aceptaba muy bien aquí. Me refiero a que no tenía amigos, ni me pelaban, por más que hacía plática no me seguían la conversación y en la pista no me ayudaban", recordó Carlos Contreras después de su participación en Daytona, en la carrera inaugural de la temporada 2002 de la NASCAR Trucks, que finalizó octavo.

Si bien el principio de su carrera en el automovilismo estadounidense fue complicado e incluso llegó a caer en una depresión "normal" por estar lejos de su país y de su familia, el piloto mexicano siempre mantuvo, y mantiene, la sonrisa que lo caracteriza entre sus compañeros y el público de la categoría.

Además, su llegada acaparó la atención de los medios de comunicación y todos querían conocer al mexicano, platicar con él, entrevistarlo. El único inconveniente: Carlos no sabía hablar inglés, así que, literalmente, salía huyendo del asedio de los periodistas.

"Los medios fueron los que más me corretearon al principio porque era la novedad, la noticia fue Carlos Contreras y Carlos Contreras no sabía hablar inglés, así que lo único que hacía era correrles. Eso fue una mala experiencia", comentó sonriente, como quien recuerda una travesura.

Y aunque Contreras vivió como...

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