Coordenadas / Las batallas que debe pelear Felipe Calderón

AutorEnrique Quintana

La referencia viene a cuento debido a lo que ya se perfila como un estilo de gestión de Felipe Calderón, que contrasta con el que desarrolló Fox.

Siguiendo con la metáfora militar, Fox se lanzó casi a cuanta batalla se le presentó. Además, las peleó al mismo tiempo. Eligió jefes de su ejército que buscaron luchar sus propias guerras y que están terminando el sexenio como enemigos.

Independientemente de cuál sea el enemigo al frente, ese estilo de mando es casi una garantía de que la guerra habrá de perderse.

Todo indica hasta ahora que Felipe Calderón sí elige sus batallas. No le importa posponer algunas con objeto de concentrar fuerzas en las que valora como las más importantes.

Hay otra diferencia central en su estilo de gestión. Fox trataba de dar gusto a todos precisamente para reducir el riesgo de enfrentamientos. Calderón no.

Felipe ha mostrado hasta ahora que la primera batalla que va a dar no es la económica. Los indicios apuntan a que el gran tema que encabeza su lista es el de la seguridad.

También mostró que es mucho menos susceptible que Fox a las críticas, de lo contrario no hubiera puesto en Gobernación a Francisco Ramírez Acuña.

Me parece que simplemente por el hecho de tener un mariscal de campo que sí entiende de estrategia, las posibilidades de que su gestión sea más exitosa que la de Fox, son muy grandes.

Los expertos en análisis de liderazgo de empresas y organizaciones saben que más allá de las propuestas específicas y sus méritos, se puede anticipar la posibilidad de que un equipo sea exitoso en la medida que como equipo funcione correctamente, lo que era muy difícil desde el principio con el equipo de Fox.

Sin embargo, hay un alto riesgo en la elección de prioridades que aparentemente ha elegido Felipe Calderón.

Para poder seguir peleando batallas importantes requiere que en el muy corto plazo obtenga logros en materia de seguridad, una materia que no parece precisamente sencilla.

En los temas económicos hay varias batallas que se van a posponer por lo menos algunos meses, como las modificaciones legales que permitirán conformar una reforma fiscal, energética o laboral.

El riesgo que existe es que si en el tema de la seguridad hay pocos resultados, se considere que todavía no hay una suficiente acumulación de capital político como para emprender las reformas estructurales y éstas vuelvan a posponerse indefinidamente, considerándolas batallas que no es conveniente pelear.

El péndulo se iría por completo al otro lado...

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