Coordenadas / Disyuntivas laborales
| Autor | Enrique Quintana |
Durante los últimos días, los trabajadores de Daimler Chrysler en Alemania aceptaron una reducción salarial y el aumento de las horas de trabajo a cambio de mantener sus empleos hasta el año 2012.
Diversas empresas alemanas se están moviendo hacia la jornada de 40 horas de trabajo y mayor flexibilidad laboral luego de que por años han mantenido el estándar de 35 horas y mucha rigidez en los contratos colectivos.
Lo que sucede actualmente en Alemania está lejos de ser un caso aislado.
Se trata de un movimiento general de los mercados laborales.
Pareciera que tarde o temprano en casi todas las economías de mercado se van a ir modificando las reglas para tener condiciones de trabajo sin las ventajas que existían en el pasado pero con la posibilidad de que haya más y más empleos.
Este proceso no es una elección. Si uno pudiera elegir libremente optaría por que hubiera cada vez mejores condiciones laborales, con más prestaciones, una jornada laboral más corta, mejores condiciones para el retiro, y además, más y más empleos.
Si de deseos se trata, ese mundo sería el óptimo. Pero en el mundo real hay hechos que pesan. Uno de los más significativos es la competencia de China y la India, países en los que hay cientos de millones de personas deseosas de trabajar el doble por la mitad (o menos) de lo que las empresas pagan en otros lugares.
Opera la vieja ley de la oferta y la demanda para los mercados laborales, sólo que ahora lo hace en escala global.
Discusiones como la que hoy tiene lugar respecto al régimen de jubilaciones en el Seguro Social y casos como el de Daimler Chrysler en Alemania, tienen que ver esencialmente con lo mismo: perder ventajas en algunos grupos para que haya más oportunidades para más.
En México, la realidad laboral es contrastante. De acuerdo con una encuesta aplicada por el Banco de México y la Secretaría de Economía a las principales empresas con inversión extranjera, sólo el 7 por ciento consideró a la reforma laboral como una de las indispensables para que haya mayor inversión extranjera, lo que contrasta, por ejemplo con el 21 por ciento que piensa que debe haber cambios en el sector energético.
Lo que ocurre es que en un amplio segmento de la economía, "la flexibilidad laboral" se ha convertido en una realidad. De acuerdo con la información de la más reciente Encuesta Nacional de Empleo, el 63 por ciento de la población ocupada del País no tiene prestaciones, lo que incluye a millones que trabajan por su cuenta.
Pero...
Para continuar leyendo
Solicita tu prueba