Coordenadas / La vejez y la riqueza
| Autor | Enrique Quintana |
El envejecimiento progresivo de la población no sólo trae consigo una creciente deuda derivada de las pensiones, sino la posibilidad de que la riqueza global baje en las próximas décadas.
La razón es que este cambio demográfico provocará una pérdida global de la capacidad de ahorro, que afectará también las posibilidades de inversión en todo el mundo.
The Demographic Deficit es el título del análisis presentado en el número de marzo de The McKinsey Quarterly por Diana Farrell, Sacha Gai y Tim Shavers.
En los siguientes 20 años, la edad promedio de los japoneses pasará de 43 a 50 años; de los alemanes, de 42 a 47 años; de los italianos, de 42 a 51 años y de los estadounidenses, sólo de 37 a 38 años. El menor envejecimiento de Estados Unidos derivará sobre todo del crecimiento de la población migrante, particularmente mexicanos y latinoamericanos en general.
Sin embargo, en Estados Unidos, se calcula que el valor de la riqueza financiera de las familias bajará de 50 billones 90 mil millones de dólares a 32 billones 200 mil millones, una caída de 37 por ciento entre el 2003 y el año 2024.
A escala global, los pronósticos de McKinsey indican una caída de 36 por ciento en la riqueza global de las familias.
En la medida en que la población retirada sea proporcionalmente una cantidad mayor, no sólo habrá menos ahorro, sino que se consumirá en pago de pensiones el ahorro de años anteriores.
Aunque en otros países, como China o México, se esperan ahorros mayores por el llamado "bono demográfico", es decir, el crecimiento de la proporción de la población en edad productiva, no serán suficientes para compensar la caída que se presentará en los países más ricos.
Además, en Estados Unidos y algunos países europeos, durante las últimas décadas se perdió el valor social de la frugalidad y aumentó fuertemente el endeudamiento y el consumo, lo que redujo la capacidad de ahorro.
Quizá algunos piensen que como en México estamos en el umbral de la etapa del "bono demográfico", no nos afecta el envejecimiento. Sin embargo, sí puede haber implicaciones directas debido a que habrá menos flujos de capital en el mundo y, con ello, lo más probable es que su costo sea más elevado.
En los países ricos se han planteado una serie de estrategias para enfrentar el problema del envejecimiento de su población. Una de ellas es estimular la tasa de natalidad. Aún si tuvieran éxito las estrategias para dar incentivos financieros a las familias con más hijos, el efecto sólo es...
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