Coordenadas / ¿Qué cambió con las elecciones?

AutorEnrique Quintana

A la hora en la que escribo este texto aún no están los datos precisos respecto al resultado que tendrán las elecciones tanto federales como estatales. Pero, lo que se ha visto en el día apunta a lo que presumíamos desde hace semanas: no habrá ningún cambio sustantivo pues ninguna fuerza logrará la mayoría absoluta en el Congreso.

El balance político de México no habrá cambiado.

Sin embargo, sí habrá un hecho que resaltar: el "efecto Fox", que permitió una elevada participación ciudadana en las elecciones del 2000, cesó.

La tasa de participación de la elección presidencial de hace tres años fue de 64 por ciento. Si la estimación de los niveles de abstención se confirma y tenemos una participación del orden de 50 por ciento, habrá dejado de votar un 14 por ciento del electorado que votó en el 2000, equivalente más o menos a 9 millones de personas, sobre la base de las cifras del padrón actual.

Aunque es regla en cualquier País que las elecciones intermedias no susciten el mismo interés que las elecciones presidenciales, no deja de llamar la atención el hecho de que la alternancia no cambió ese comportamiento electoral.

¿Podemos pensar en la posibilidad de que las -referidas hasta el cansancio- reformas estructurales puedan ocurrir después de esta elección?

Si nos atenemos a la composición partidista de la Cámara de Diputados que tendremos a partir de septiembre, seguramente no habrá cambiado nada esencial.

Si atendemos a la fuerza electoral del Gobierno de Fox, entonces tal vez la conclusión es que están todavía más lejanas porque se ha deteriorado el respaldo que obtuvo en el 2000.

Sin embargo, hay dos rendijas que no hay que perder de vista porque pueden significar un cambio.

La primera es que el PRI adopte una actitud más proclive hacia las alianzas con el Gobierno. La segunda es que el reconocimiento de una mayor debilidad política conduzca a que el Gobierno adopte una actitud más cooperativa con la Oposición.

Un análisis de Merrill Lynch que circuló la semana pasada decía que si Elba Esther Gordillo ocupara la coordinación de la fracción priista en la Cámara de Diputados, las reformas tendrían una mayor oportunidad.

En realidad, más que una persona, la clave estará en el comportamiento político de los priistas. Si una fracción importante de ese partido considerara que una actitud más cooperativa hacia el Gobierno de Fox podría redituarle más activos electorales para los próximos años, crecería la posibilidad de las reformas.

Si por el...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR