Creatividad sin fronteras
| Autor | Andrea Martínez de la Vega |
La globalización ha reducido distancias y tiempos y ha permitido que, entre muchas otras formas de arte, las diferentes propuestas de diseño lleguen más allá de los límites del territorio donde fueron creadas.
Si bien esto ha resultado en una mayor permeabilidad de estilos, materiales y formas, no necesariamente significa que los países o regiones pierdan la identidad creativa que los ha hecho destacar a nivel internacional.
En esta edición se exponen cuatro tradiciones de diseño, desde la italiana, con su glamour y lujo, hasta la latinoamericana, todavía en proceso de construcción, pasando por la nórdica y la japonesa, de orientación minimalista, pero con diferencias de forma y fondo.
Estas propuestas, provenientes de distintos rincones del orbe, demuestran que lo auténtico y regional puede tener impacto mucho más allá de cualquier frontera.
NÓRDICO
MINIMALISMO CON LUJO DE DETALLE
Un clima difícil, rayando en lo inhóspito, y un estilo de vida específico son algunos de los factores que se sintetizan en el diseño de los países nórdicos: Dinamarca, Noruega, Suecia, Finlandia e Islandia.
Su acelerado crecimiento prueba el papel que esta región europea tiene en el ámbito internacional. Según cifras de la Universidad de Uppsala, localizada en Suecia, en un lapso de 10 años, de 1993 a 2002, el número de firmas de diseño suecas creció en 272 por ciento.
Más allá de los números, una definida y depurada estética caracteriza las piezas provenientes de la zona, las cuales empezaron a destacar desde mediados de los 50 junto con su innovadora filosofía de accesibilidad igualitaria.
"El diseño nórdico tiene trazos del modernismo, pero también hace referencia a la cultura y carácter distintivo local. Fundamentalmente se trata de combinar simplicidad y función, inspirado en la naturaleza y el clima, así como en las tradiciones y artesanías del lugar", explicó Krystian Byrge, cofundador de Muuto, una empresa de mobiliario con sede en Dinamarca.
Iván Carretero, gerente comercial para América Latina de la marca danesa Republic of Fritz Hansen, atribuye la ausencia de adornos superfluos en el mobiliario del norte de Europa a la búsqueda de la esencia y la raíz del objeto, dejando fuera todo lo demás.
"Lo que guía los procesos creativos es la honestidad, que se vea lo que hay. Buscamos que no tenga decoración, que no tenga nada gratuito", apuntó Carretero.
"Se busca que el usuario pueda ver absolutamente todo, el detalle en que se une una parte con la otra. Usamos la mínima cantidad posible de elementos y que se vea dónde están, que nada se tape".
Con orientación sostenible
Materiales como las maderas claras, características de la región, pieles, piedras y metales priman en el diseño nórdico, el cual también hace uso de la tecnología para innovar en cuanto a formas.
Un ejemplo de esto es el uso de la espuma de poliuretano que desde los 60 aparece en las propuestas de Republic of Fritz Hansen, pues es un material que hace innecesaria la presencia de madera o metal en la estructura del mueble.
Por otra parte, si bien el manejo de colores claros y sobrios distingue el trabajo escandinavo, la tendencia actual se dirige hacia un mayor uso de tonalidades, señaló Byrge.
La estética de trazos fluidos y volúmenes torneados que se aprecia en los muebles de origen nórdico se acomoda a un estilo de consumo orientado a la longevidad de las piezas.
"La tradición nórdica de crear diseño duradero, tanto en lo funcional como en lo estético, está en nuestros genes", expresó Byrge.
"Parte de nuestro enfoque se dirige al desarrollo de los diversos materiales que usamos en la producción y, particularmente, en encontrar opciones más sustentables".
Otra explicación en este sentido es el deseo de un máximo aprovechamiento posible de los recursos naturales que se tienen a la mano, lo que lleva a un diseño que resiste el paso del tiempo.
"A nivel ecológico, no...
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