José Núñez Castañeda / La credibilidad de los institutos electorales

AutorJosé Núñez Castañeda

En el proceso electoral en el que José López Portillo ganó la elección para presidente de la República, la oposición tomó la decisión de no presentar candidato. Este hecho impulsó una primera reforma electoral, que abrió el abanico de los partidos, suprimió la prohibición para que los comunistas participaran en política e incorporó a los diputados de partido. A partir de este hecho, en forma gradual se vinieron reformando las leyes electorales. El mayor obstáculo que se presentó a lo largo de las diferentes reformas fue la credibilidad en el resultado de los procesos electorales, que era calificado por órganos que carecían de legitimidad.

Hubo una época en que los candidatos que habían obtenido constancia de mayoría se erigían en Colegio Electoral y calificaban sus propias elecciones. Después se formaron órganos encargados de la calificación, pero cuya mayoría se conformaba por personas pertenecientes al partido gobernante. La desconfianza encontró como receta a los institutos electorales conformados por ciudadanos ajenos a la lucha partidaria. El esquema se complementó con tribunales electorales y se tomaron otra serie de medidas para dar equidad y transparencia. El proyecto resultó costoso, en aras de lograr tener elecciones limpias. El precio de la democracia es elevado, porque hacer realidad la democracia es un imperativo impostergable de la vida nacional. Es el primer paso para hacer de la democracia una forma de ejercicio del poder y de participación ciudadana.

Lo sucedido en el estado de México, con independencia de quién o quiénes hayan sido responsables de la descomposición, es muy grave porque puso en riesgo la credibilidad del órgano encargado de hacer creíbles las elecciones. Ante este despropósito que arrojaba por la borda este esfuerzo de varias décadas, la Legislatura local tomó el toro por los cuernos y asumió una decisión de estado. Exigió la renuncia de todos los consejeros, sin esperar un largo proceso para determinar la responsabilidad de cada uno de ellos y por razones de interés público designó un nuevo consejo por unanimidad de votos. Quienes así fuimos designados asumimos una responsabilidad sin precedentes y rendimos protesta cuando solamente faltaban 40 días para el proceso electoral, en el que los ciudadanos mexiquenses habrán de elegir a quien se convertirá en su gobernador.

¿Qué corresponde hacer al nuevo consejo del Instituto Electoral del Estado de México? La respuesta es sencilla: garantizar la celebración de...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR