Creencias contrapuestas
| Autor | Jesús Pacheco |
Aunque en su haber se cuentan varias decenas de libros como historiador, José N. Iturriaga no había abordado el tema del chamanismo hasta Linaje de brujos (Grijalbo), su primera novela en forma.
Los temas que más había abordado en sus investigaciones históricas habían sido dos: el de los textos escritos por extranjeros sobre México entre el siglo 16 y el 21, y la historia de la cocina mexicana.
Pero decidió hacer esta novela, meterse a fondo en el tema del chamanismo, cuando cayeron en sus manos dos libros: El alma encantada y Tesoro escondido en el Monte Carmelo Mexicano.
En el primero, se incluyen varios escritos de Hernando Ruiz de Alarcón, sacerdote nacido en Taxco (hermano del famoso Juan Ruiz de Alarcón) y que se dedicó a investigar e incluso a perseguir algunos rituales prehispánicos que sobrevivían un siglo después de la Conquista.
"Estamos hablando de 1620, aproximadamente", explica Iturriaga para Cafeína.
"Ahí me surgió la primera inquietud de escribir sobre ese chamanismo del siglo 17.
"Y luego llegó otro libro que me llevó a decidir escribir la novela: Tesoro escondido en el Monte Carmelo Mexicano, de Fray Agustín de la Madre de Dios, también del siglo 17, una especie de memorias personales de un fraile carmelita".
En ese libro se relata el día a día en los conventos de esa orden.
"Su orden se dedicaba a castigar los cinco sentidos. El del olfato, con horas y horas con la cabeza metida en una letrina. Si algún platillo salía medianamente sabroso de la cocina, le echaban un puño de sal o un chorro de vinagre. No se trataba de disfrutar. Si alguna voz era bonita, esa no entraba al coro. Y el principal sentido que había que castigar era el tacto, porque ahí es donde reside la sexualidad. Para castigar al cuerpo usaban látigos o cilicios hasta llagarlo".
Iturriaga vio en los relatos de Fray Agustín correspondencias con lo narrado en los textos de Hernando Ruiz de Alarcón y así se dispuso a escribir Linaje de brujos.
"Así como muchas de las creencias prehispánicas continúan en pleno siglo 21, los castigos al cuerpo son prácticas que subsisten en el clero católico. A este libro le puse varios párrafos que forman un epígrafe de unas cuatro o cinco fuentes, y uno de ellos, Slawomir Oder, es muy interesante mencionarlo, porque es de un sacerdote católico, polaco, amigo de Juan Pablo II, que escribió ¿Por qué es un santo?, un libro apologético de Juan Pablo II. En él nos cuenta cosas que no podemos creer. Platica que, cuando murió el...
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