Cristalizan sus sueños
| Autor | Brenda Friederichsen, Adolfo Córdova y Dalila Carreño |
Entregarse a un proyecto hasta verlo realizado es su motor. Donde otros ven sólo interminables horas de estudio, elaboración de planos, pruebas, papeleos y fines de semana en laboratorios, ellos ven una oportunidad de negocio, una opción ambientalista o hasta una cura para un mal... Llevar hasta el final sus ideas los hace sentir partícipes del desarrollo de un México innovador
Un robot de seis brazos
Esta pieza incorpora un mecanismo que le da mayor movilidad y funcionalidad, y hace más eficientes los procesos de manufactura
Brenda Friederichsen y Adolfo Córdova
Hacia el final de su carrera, Juan Pablo Martínez Esponda estaba decidido a entregar todo a su sueño: tener una empresa que comercializara piezas robóticas eficientes y a menor costo que mejoraran los procesos industriales de PyMes.
Ideas que involucraban robots habían empezado a gestarse en su cabeza desde que empezó a estudiar Ingeniería en Mecatrónica, cuando resultó vencedor de un concurso de androides.
"Me gustó poder crear y hacer algo funcional que fuera exitoso", recuerda Martínez, egresado del Tecnológico de Monterrey campus Santa Fe.
Luego obtuvo premios en varias ediciones del Concurso Nacional de Minirobótica y participó en el Congreso Internacional de Robótica CLAWAR 2007, en Singapur, con un androide escalador que usaba cuerdas y exploraba muros.
Esos reconocimientos lo animaron a crear la empresa Automatische Technik México en julio de 2009.
Un año más tarde, cuando reciben financiamientos del Fondo de Innovación Tecnológica de la Secretaría de Economía (SE) y del Conacyt; inició su proyecto más ambicioso el robot "ii6".
"Es un brazo industrial muy versátil que puede manipular piezas de plástico dentro de un proceso de manufactura. Sirve como volteadora o rotadora, posicionadora, ensambladora e inspeccionadora con láser e incluso se le puede adaptar una cámara.
"Algo que lo hace único es que tiene seis brazos lo que le permite hacer muchos más giros, atornillar piezas e incluso nos ha hecho identificar si una empresa está desperdiciando producto ", indica Martínez.
Una de las funciones ya aplicadas del ii6 es la de manipular desodorantes en una línea de producción: voltearlos para poder inspeccionar su contenido, y asegurarse que ninguno vaya vacío, o desviarlos cuando exista un problema en la líndea de producción y así evitar que se malgaste producto.
"Recientemente vendimos nuestro primer ii6 y tenemos programado vender otros siete este año.
"Nosotros somos mucho más accesibles que la competencia, que normalmente es importada. Por ejemplo, un robot parecido pero extranjero, sólo con la función de inspeccionar una pieza vale 54 mil 900 dólares. El nuestro por inspeccionar, voltear y rechazar piezas: 34 mil 500 dólares".
SE TIENDEN 'EL BRAZO'
Al innovar, dice Juan Pablo, es importante definir bien el proyecto, conocer el sector al que se dirige y saber hacer equipo para delegar funciones.
De ahí que invitara a participar a Jonathan Langford, también egresado del Tec y...
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