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Critican decisión de la Tesorería

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Vincent
AutorCarmen Alvarez

La Tesorería de la Federación no pudo ser tan inepta como para aceptar vender el Casino de la Selva por 10 millones de dólares a CostCo-Comercial Mexicana, ya que a fines de 1997 los hermanos Martínez Güitrón, sus últimos dueños, pedían por el ex hotel 56 millones de dólares, consideró ayer Fernando Cobo, ex administrador del inmueble de Cuernavaca.

"La Tesorería se defiende de haber aceptado la venta del Casino de la Selva dando valor 'cero' a su acervo artístico argumentando que pretendía cobrar una deuda fiscal (de 106 millones de dólares) de José Martínez Güitrón. Eso no me lo creo. ¡Cómo es posible que el Secretario de Hacienda sea tan tonto para aceptar que un inmueble valuado entre 50 y 56 millones de dólares sea rematado en 10 millones!".

Este martes, María Antonieta Villegas Silva, directora adjunta de Administración de Cartera y Activos No Monetarios de la Tesorería, informó al Consejo Ciudadano para la Cultura y las Artes en Morelos --asociación civil que exige a las autoridades detener la destrucción de los murales de artistas como José Renau y José Reyes Meza pintados en el ex hotel-- que el Grupo Sidek, perteneciente a la familia Martínez Güitrón, entregó el Casino de la Selva al Gobierno como pago de una deuda fiscal, y reiteró que las obras de su interior nunca fueron declaradas monumento artístico.

Entrevistado vía telefónica en Cuernavaca, Cobo, administrador del Casino de la Selva de 1956 a 1975 y de 1988 a 1992, consideró que Francisco Gil Díaz, Secretario de Hacienda, posee "cultura matemática" y ni "un pelo de tonto" como para aceptar que la Tesorería obtuviera una recaudación tan pobre por un inmueble que valía cinco veces más aún sin tomar en cuenta sus obras de arte.

"Los Martínez Güitrón iban a hacer ahí un gran centro hotelero con un amplio espacio dedicado a actividades culturales, iban a incluir un lienzo charro y a mejorar el auditorio con un teatro y un cine.

Era un proyecto espléndido que conocí porque un amigo mío me dijo que a los dueños les urgía venderlo. Estábamos a fines del 97, fue antes de que José Martínez Güitrón fuera arrestado...

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