Critican legado de Papa polaco

AutorIrene Savio

CORRESPONSAL

EL VATICANO.- Cuando se mostró por primera vez en la escalinata de San Pedro, en octubre de 1978, sus primeras palabras fueron "Non abbiate paura (No tengan miedo)", alocución y reto de un pontificado que se auguraba desafiante y lleno de logros.

Sin embargo, Juan Pablo II fracasó a la hora de tener que manejar algunos de los temas cruciales de la Iglesia de esos años, entre ellos los abusos sexuales a manos de sacerdotes y la corrupción en El Vaticano.

Además, emprendió una dura y larga persecución contra la Teología de la Liberación, corriente que buscaba una solución a la creciente desigualdad social en el mundo.

El fruto de esto fue el alejamiento del ala más progresista de la Iglesia y de teólogos del cariz de Leonardo Boff, Gustavo Gutiérrez, Hans Kung y Juan José Tamayo.

En contraste, los más de 25 años de pontificado del Papa polaco Karol Wojtyla coincidieron con el surgimiento y expansión de grupos de cariz iluminado y a veces ultraconservadores, de los cuales, algunos se encuentran ahora en sus horas más bajas.

El caso más conocido es el de Regnum Christi (1941, México), brazo seglar de los Legionarios de Cristo, congregación que acaba de salir de una reestructuración obligada por el escándalo de los abusos sexuales perpetrados por Marcial Maciel, el fundador del grupo.

"Con Juan Pablo II florecieron grupos de cariz fundamentalista, como los Legionarios de Cristo, que el Papa polaco protegió y promovió, pero que, desde la llegada de Benedicto XVI, han empezado a perder poder", afirmó el vaticanista Marco Politi.

Un testimonio del recelo de Francisco hacia estos grupos se ha podido entrever en febrero pasado, cuando el Papa decidió añadir a la cúpula de la Legión de Cristo dos consejeros más, nombrados por él: los españoles Juan José Arrieta y Juan María Sabadell.

Fue en Puebla (1979), en México, donde por primera vez Juan Pablo mostró su condena contra la teología que defendía la opción para los pobres, la Teología de la Liberación, en una actitud que luego repitió en muchas otras ocasiones.

En 1983, reprendió públicamente al cura Ernesto Cardenal por formar parte del Gobierno sandinista, mientras éste estaba arrodillado ante él en el...

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