EL CUADERNO VERDE / La pintura verbal de lo invisible
| Autor | José Gordon |
Para Alinka Zabludovsky. In memoriam.
El techo va a ser de color azul. Antes era rojo, ahora es azul. No se necesita pintarlo, basta con sustituir a las tejas con el cielo, propone en uno de sus libros el escritor serbio Goran Petrovic. Mi amiga Diana Mogollón sonríe cuando platicamos sobre esta imagen. Me dice que eso es justamente lo que plantea el artista plástico James Turrell. Sus obras son ventanas al cielo, techos sin techo, muros que le ponen un marco al exterior, lo hace pintura. Nada mejor para recordar a Alinka Zabludovsky, una vida signada por las artes visuales, por los misterios de la arquitectura y la literatura, por la generosidad y una curiosidad constante.
En esos techos desnudos -umbrales de otras dimensiones- se mueve la exploración de Petrovic. El recuadro de la mirada redibuja el mundo, realza una extraña belleza que podría pasar desapercibida. Así, por el techo sin techo, cuando ya es de noche, en ese cuadrado de color índigo, "entra una luna llena parecida a la rueda de un buque de vapor con sus majestuosos radios". Petrovic nos describe a sus personajes atentos al oleaje del cielo mientras las paletas plateadas de la luna cruzan la mitad de la noche.
Las pinturas verbales, los cuadros en movimiento de Petrovic, se desplazan en el territorio de lo que suele considerarse invisible: los pensamientos que dejamos en el pasto de un parque, los sueños, deseos y sombras que flotan en el aire y circulan de maneras inesperadas e inquietantes.
En el libro La mano de la buena fortuna, Petrovic nos señala que la literatura misma es una puerta mágica a una especie de ciberespacio, una dimensión en donde los lectores podemos sentir que cuando estamos ante las páginas de un libro, flotan a nuestro lado los ojos de otros lectores. Somos hermanos de lectura, viajamos en el mismo barco.
Diferencias
Goran Petrovic señala que su literatura no es una fotocopia del presente, ese trabajo se lo deja a la televisión. No se trata de transcribir lo que está a su alrededor. Por ello llama la atención su más reciente volumen de relatos, titulado Diferencias (Sextopiso, Editoral, 2008). Tal vez en estos textos es donde más se pueden ver -aunque sea a lo lejos- los contornos de la tragedia y la guerra que han marcado a Serbia.
Como siempre, la mirada penetrante de Petrovic va más allá de los registros superficiales de la realidad. En este marco, sobresalen dos relatos: Encima de las cinco macetas desgastadas, un vigoroso...
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