Si cuida a nietos, fije reglas
| Autor | Natalia Vitela |
Cuidar a los nietos puede ser para los abuelos la oportunidad de sentirse productivos o un verdadero suplicio.
Pocas familias negocian con toda claridad el rol de crianza en el que deben estar de acuerdo padres y abuelos, señala Cristina Peñaloza, psicoterapeuta del Hospital Psiquiátrico Infantil.
"Tienen que dialogar y llegar a acuerdos sobre la crianza, y, una vez que se establezcan las normas, deben respetarlas ambos", explica.
En el País es común que la abuela asuma esta responsabilidad familiar.
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Empleo y Seguridad Social 2013 del Inegi, 61 por ciento de los hijos menores de 6 años de madres trabajadoras son cuidados por su abuela.
De acuerdo con Teresa Carreras Lomelí, académica de la Escuela de Pedagogía de la Universidad Panamericana, se trata de un fenómeno reciente denominado abuelidad.
Y aunque hay casos exitosos, también hay problemas cuando no hay roles claros o cuando los adultos mayores no desean asumir este cuidado.
Cuando faltan reglas o método de crianza, los abuelos, en su afán de consentir, no marcan rutinas ni entrenan en hábitos y habilidades sociales, lo que a largo plazo repercute en los nietos, advierte Mariana Gutiérrez Lara, académica e investigadora de la Facultad de Psicología de la UNAM.
"Les dan todo lo que quieran a la hora que quieran y a manos llenas.
"Cuando los papás quieren someter a los hijos a un entrenamiento en hábitos y habilidades sociales, les cuesta trabajo, y los nietos se alían con los abuelos porque éstos les permiten hacer lo que quieran", asegura.
Es fundamental que los abuelos tengan claro que su rol es de crianza y que los papás les establezcan las rutinas, los hábitos y las habilidades sociales que los niños deben adquirir.
"En la negociación, los papás deben hablar sobre el apoyo que esperan de los abuelos. Deben explicar qué quieren y por qué y aclarar que están en pro del desarrollo del niño, que no es una necedad", indica.
Por otra parte, Carreras Lomelí explica que el proceso educativo de los pequeños se da adecuadamente cuando los abuelos tienen buen estado de salud, disposición y energía y asumen su función con claridad.
"Es decir, que los padres no quieran invadir el terreno y las responsabilidades de los abuelos ni los abuelos de sus hijos".
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