Cuidados terminales, privilegio de pocos

AutorNatalia Vitela

Eduardo, académico e investigador de 52 años, invadido de tumores en el cerebro, respira, pero ya está ciego, sin habla, inmóvil, sin lucidez, inconsciente.

Anita, su esposa, maniobra para que expulse las flemas y vuelva a respirar sin contratiempo.

"No tiene dolor", destaca Lorena Isabel Pérez, algóloga, es decir especialista en control del dolor, del Centro de Cuidados Paliativos de México, organización que hace visitas domiciliarias para apoyar y asesorar a personas en el cuidado de pacientes con enfermedad terminal.

Pese a todo lo que le tocó vivir, el catedrático, quien ya murió, fue uno de los pocos pacientes con enfermedad terminal privilegiados, pues sus últimos días fueron sin dolor.

En México, 468 mil personas experimentan sufrimiento grave relacionado con la salud, reporta un informe de la revista The Lancet.

Debido a la carencia de cuidados paliativos que hay en el País, 230 mil mueren al año luego de haber experimentado durante días, semanas y hasta meses, sufrimiento agudo causado por cáncer, lesiones o alguna enfermedad terminal, es decir, 37 por ciento de toda la mortalidad en México en un año. Al menos 16 mil son niños.

En el País sólo los hospitales de tercer nivel, la mayoría concentrados en la Ciudad de México, y algunos de segundo nivel tienen clínicas de cuidados paliativos.

Hasta finales de 2017, el IMSS, el mayor proveedor de servicios de salud en el País, sólo contaba con 14 centros contra el dolor.

El número de especialistas en paliativos también es escaso. Existen entre 100 y 150 paliativistas para una necesidad tres o cuatro veces superior.

Felicia Knaul, quien lideró la investigación de The Lancet, asegura que para pacientes que ya no tienen cura, el control del dolor es básico, sin embargo, sólo la tercera parte de ellos tiene suficiente acceso a los medicamentos opiáceos, específicamente la morfina, a pesar de que son fármacos muy económicos.

En México falta legislar para facilitar la producción, distribución y acceso de fármacos derivados de amapola para cuidados paliativos, como la morfina, y es que, aunque hay cultivo de amapola, éste se destina para producir drogas ilícitas y no para atender el dolor crónico de los pacientes terminales.

La economista aclara que los medicamentos comprenden sólo una parte de los cuidados paliativos, pues se requieren además unidades, equipamiento y recursos humanos especializados, cuya carencia en el País es notable.

La experta advierte que es alarmante que apenas el 15 por...

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