Cuidan ciudadanos sitios arqueológicos

AutorPatricia Cordero

Las pinturas rupestres y petrograbados, los depósitos de conchas y lugares de cosecha prehispánicos de Baja California son cuidados por 90 vigilantes honorarios, ciudadanos que forman parte del programa pionero "Adopte un sitio arqueológico".

El estado fronterizo es el primero en echar a andar -hace tres meses- esta iniciativa, que invita a la comunidad a participar en la protección, la vigilancia y la limpieza del patrimonio arqueológico e histórico que le rodea, ofreciendo una capacitación previa a través de cursos y talleres.

Inspirado en el California Archaeological Site Stewardship Program, que funciona en California, Estados Unidos, desde 1999, el proyecto coordinado por el arqueólogo Jorge Serrano, del Centro INAH Baja California, pretende que los ciudadanos monitoreen algunos de los 800 sitios registrados en la entidad.

"Son sitios vulnerables, expuestos al saqueo, vandalismo y destrucción. La idea es que sean vigilados continuamente", afirma Serrano, quien ha tenido reportes desde daños por graffiti en la Sierra Gorda y La llave, hasta la destrucción causada por un gasoducto de la compañía Cempra Energy.

"Adopte un sitio arqueológico", que forma parte del Programa Nacional de Enlace Social del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), fue diseñado en el 2003 y se ampliará este año a Chihuahua, Hidalgo y Quintana Roo, con miras a que en el 2006 se consolide en todo el País, señala Edgardo García, coordinador nacional de los Centros INAH.

Esta iniciativa está contemplada en el artículo primero de la Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos x-explica-, que reconoce la participación de "organismos coadyuvantes" en la conservación del patrimonio y establece una relación más estrecha con las comunidades.

Hasta el momento, hay 60 personas custodiando sitios en los municipios de Ensenada y Mexicali, en su mayoría familias o jóvenes preocupados por la preservación de las cuevas con pinturas rupestres y petrograbados, los campamentos estacionales -lugares de cosecha de frutos-, talleres líticos -donde sacaban materia prima y producían artefactos de caza- y los concheros -depósitos de conchas.

En Tecate existen 30 personas más que ya han tomado el taller; pero que aún no comienzan su labor en el marco del programa, sin embargo, estaban trabajando en los sitios con otras organizaciones civiles.

"Los vigilantes honorarios se integran en grupos de cuatro o cinco personas para visitar las...

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