'La cultura no debe parecer obra de gobierno'

AutorSilvia Isabel Gámez

Si ganar las elecciones dependiera de la imagen física o la simpatía televisiva, Gilberto Rincón Gallardo no alcanzaría un solo voto, a decir del propio candidato presidencial. "El gran triunfo de Democracia Social es haber demostrado que se puede hacer una campaña exitosa de ideas y de propuestas. Hemos descubierto un amplio electorado que no se guía por cuestiones secundarias; si los partidos mayores estuvieran a la altura de los electores, nuestra política nacional sería menos superficial y escandalosa".

Rincón Gallardo canceló en no menos de cinco ocasiones la invitación de REFORMA para hablar sobre cultura. Hubo que recurrir a la frialdad de un cuestionario escrito para poder conocer las propuestas del hombre a quien los días de cárcel que sufrió en el pasado le han dejado, afirma, "una vocación de sensatez y la convicción de que es necesario luchar contra el autoritarismo, sus métodos y su desprecio a la tolerancia, el pluralismo y la legalidad.

"De la cárcel saqué la conclusión de que nadie en México debe ser perseguido por pensar distinto o por defender sus derechos legítimos".

¿Cuáles son las líneas de su programa cultural?

Pensamos que la política cultural debe fomentar la creatividad del ser humano, enriquecer el patrimonio y el legado cultural nacional, y jugar un papel relevante en la formación del sentido de pertenencia social. En Democracia Social (DS) promoveremos mecanismos que fomenten hábitos como la lectura y mercados para el consumo de las artes y la cultura, que deben ser accesibles para todos, aunque esto no significa que el Estado deba apoyar en exclusiva a la cultura popular. Arte y cultura carecen de clasificación social, no así su difusión, que debe ser lo más abierta y amplia que se pueda.

¿Qué cambiaría de la actual política cultural?

Su intención de hacer aparecer al arte y a la obra intelectual como una obra de gobierno. Las autoridades deben fomentar la cultura y establecer las condiciones para que los creadores trabajen con la mayor libertad, pero después de eso tienen que abstenerse de censurar la obra o de apropiársela para su beneficio político. El Estado debe también promover la cultura alentando la inversión privada a través de estímulos fiscales y, específicamente, cuando tal inversión se dirija a la exhibición pública de las obras.

Como dirigente de un partido minoritario ¿cómo piensa que DS puede influir en la política cultural del candidato que resulte ganador?

De muchas formas. En primer lugar...

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