Curado por el 'fut'
| Autor | Juan MartÃn Montes |
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CIUDAD JUÁREZ.- Daniel Frías es el testimonio de la violencia en Ciudad Juárez, pero también la prueba de que el futbol puede redimir a quienes rondan los abismos sociales.
Pandillero en su adolescencia, este delantero, el único juarense del club Indios, conoce la luz y la sombra: sabe de las entrañas del barrio en la frontera y lo que significa anotar un gol en Primera División años después de alejarse de las drogas.
"Soy de una colonia media que se cataloga como de las más problemáticas de Juárez, nací en esos barrios, con muchos conocidos de drogas, hay mucha drogadicción, muchos jóvenes que se van por ese camino", confiesa.
"Que mataron, pues sí, han matado a varios amigos y varios amigos que viven ahí donde vivo yo, han estado en las pandillas y yo también anduve en esos momentos de mi juventud".
El pandillerismo lo combinó con el futbol amateur. Fue hasta los 20 años de edad, dos después del nacimiento de su hijo, cuando comenzó a jugar balompié profesional en divisiones de ascenso, lo que marcó el viraje definitivo en su vida.
Entre los 16 y los 18 años vivía de la violencia. A los 29 experimentó la gloria del ascenso y anotó su primer gol en Primera División, este último en la derrota de Indios 3-2 frente a Necaxa en la Jornada 3.
Oriundo de la Colonia Altavista, sin presumir se siente un consentido de la afición.
"Lo peor es que anduve peleándome en las calles contra otros chavos que ni al caso, ahorita me pongo a pensar que nos peleábamos por cosas que no significaban nada y creo que lo más difícil fue que consumí drogas y que todo eso lo dejé atrás", considera.
"Le doy gracias a Dios por el nacimiento de mi niño porque sí me ayudó mucho, y más cuando empecé a jugar futbol, creo que cambió mi vida radicalmente cuando empecé a jugar (profesionalmente)".
Frías aclara que entre el pandillerismo y el narcotráfico hay muchas diferencias: el negocio de cárteles y capos son palabras mayores.
Nunca ha sido testigo de un secuestro o una ejecución, pero sí un constante escucha de balaceras, sobre todo en su colonia.
"Aquí en Juárez siempre se han oído balaceras, sea por el narco, las pandillas, por todos lados se han oído disparos y claro que he oído muchas cosas de esas. Creo que toda la ciudad está temerosa de que en algún lado o que en alguna parte que andes tú, que vayan a pasar esas cosas y te vaya a pasar algo de lo que ellos tiran".
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