Entrevista / Dacia Maraini / Retoma Maraini su vida viajera

AutorIrene Savio

Corresponsal

Roma.- Cuando era joven trabajó con Pier Paolo Pasolini y fue la compañera sentimental de Alberto Moravia. Con él recorrió México en los años 80 del siglo pasado, encontró a Fidel Castro y visitó las ruinas Incas de Perú y las Mayas de Guatemala. Antes, había estado en África con Pasolini. Y cuando estas dos columnas de la literatura pasaron a mejor vida, Dacia Maraini (Florencia, 1936), autora de La larga vida de Mariana Ucría y Voces, siguió viajando. Ya sea físicamente o a través de la literatura que le permitió convertirse en una de las más concienzudas defensoras europeas de los derechos civiles.

Su madre era una aristócrata siciliana y su padre un reconocido etnólogo. ¿Nació aventajada?

A nivel cultural, sí. A nivel económico, no. Éramos muy pobres; mi madre era pintora y mi padre un científico que escribía libros sobre culturas entonces remotas, como Tibet y Japón.

Con su familia, residió entre 1938 y 1947 en Japón, donde la deportaron a un campo de concentración, como relata en Nave por Kobe. ¿Fue difícil revivir esos años?

Tenía seis años cuando entramos al campo de concentración, y allí estuvimos dos años. Fue horrible; sufríamos el hambre, los parásitos, el frío.

En 1946, su familia regresa a Sicilia, a Valguarnera de Bagheria y allí, como relata en el homónimo libro, descubre la Mafia.

Recuerdo que decían que la Mafia no existía, aunque todos sabían que sí. Ahora, eso ha cambiado. Se conoce casi todo, pero ellos son mucho más potentes que antes y están ligados al comercio internacional de drogas. Pueden comprar lo que sea: abogados, jueces, la policía.

¿Por qué eligió a una sordomuda para protagonizar a La larga vida de Mariana Ucría?

Yo no elijo a los personajes de mis historias, son ellos los que me eligen a mí. Llegan a mi casa, cenan conmigo, duermen a mi lado y me piden que cuente sus historias.

¿Está hablando de fantasmas?

Algo así. En el caso de Mariana, me pareció interesante porque, a pesar de pertenecer a la aristocracia italiana del siglo 18, ella no tenía ninguna ventaja. La consideraban incapaz de cualquier acto sano sólo por ser sordomuda.

¿Quién ha sido el personaje que le aportó más?

Sin lugar a dudas mi padre, era un gran deportista y pasaba mucho tiempo conmigo. Además, su madre, mi abuela, era hija de un diplomático chileno y escritora. Pero claro, Moravia y Pasolini también fueron importantes.

¿Qué recuerda de Moravia y Pasolini?

Los tres éramos inseparables. Pero ellos dos se complementaban...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR