Se decide sin indagar la demanda

AutorMirtha Hernández

Alejandro Anaya Solano es uno de los afortunados en estudiar Medicina en el campus de Ciudad Universitaria, en la UNAM.

Cursa el quinto año de la carrera, y explica que cuando la eligió, consideró, principalmente, sus intereses y aptitudes.

"Elegí esta carrera porque en la preparatoria me gustaban mucho las materias de fisiología, biología, anatomía, y se me facilitaban.

"También porque, cuando era chico e iba a la clínica, me impactaba mucho la imagen de los médicos: la bata blanca, la corbata, y su limpieza; me parecían gente muy culta y entregada a la sociedad", dice.

Sin embargo, explica, cada vez hay menos estudiantes comprometidos con el servicio a la sociedad, y sí más de los que estudian esta carrera por la idea de que se gana buen dinero y puede ejercerse de manera independiente.

Alejandro reconoce que, al elegir a qué quería dedicarse el resto de su vida, no investigó cuál era la demanda de los médicos en el mercado laboral.

Tampoco, cuando decidió qué especialidad de la Medicina iba a aprender, valoró sus opciones de trabajo.

"Ahora que ya estoy en un hospital veo que hacen falta más internistas, hay uno o dos por hospital y sí sobran los pediatras. Además, el perfil demográfico en México se está invirtiendo y ahora hay más pediatras que geriatras, cuando hay menos niños y más ancianos", afirma el especialista en salud familiar.

Las opciones que tienen los...

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